jueves, 30 de abril de 2020

Comentario al Evangelio. 1 de Mayo


Jesús se ofrece como alimento (Jn 6, 52-59) 

Comer la carne de Cristo y beber su sangre no es un acto de canibalismo sino de identificación con Jesús y su proyecto, hacerse uno con Él y con la voluntad de su Abba. Por eso la Eucaristía no puede ser nunca una evasión sino compromiso y envío agradecido. Por eso el lenguaje del Evangelio es una Buena Noticia exigente, no alienadora ni cómoda, sino con una profunda capacidad de desinstalación. De ahí la reacción de los discípulos en el texto. Por eso el seguimiento de Jesús no es una cuestión de sólo empeño o voluntad, sino de Gracia, de abrirnos con confianza y abandonarnos a su Espíritu porque es Él el que nos da la vida y nos capacita más allá de nuestras propias fuerzas.

miércoles, 29 de abril de 2020

Santa Catalina de Siena y el covid 19



Hoy celebramos la fiesta de Santa Catalina de Siena (1347-1380),copatrona de Europa y doctora de la iglesia.

Su magisterio y sabiduría la puso al servicio de los y las descartables.

Cuando todos abandonaron la ciudad de Siena por la epidemia de la peste ella y otras compañeras se hicieron cargo del cuidado de los enfermos. La confirmación de su pasión por Dios fue su pasión y compromiso con los últimos y últimas de la ciudad.

Hoy estaría involucrada en los grupos de cuidados que en medio de la crisis del covid 19 están empeñados en poner la vida y la alegría en el centro más que en reivindicar cultos o misas

martes, 28 de abril de 2020

Comentario al Evangelio.29 de abril 2020

Jesús, revelación del sueño de Dios en la historia (Jn 6, 35-40)

Jesús es la revelación del sueño de Dios en la historia, su voluntad hecha gesto y palabra concreta y cotidiana. Por eso adentrarnos en el conocimiento de Dios es adentrarnos en el conocimiento interno de Cristo para que toda nuestra vida, nuestras opciones y prácticas queden impregnadas de Evangelio. Jesús es nuestra vía de acceso a Dios y no quiere que nadie se quede fuera del abrazo y la misericordia de su Abaa. Esta Buena Noticia es la que somos urgidos y urgidas a anunciar como iglesia y a hacerlo en el lenguaje de la gente más sencilla de nuestros ambientes con palabras y gestos que sean inteligibles hoy. Jesús nos busca hasta el último de nuestros recovecos interiores y hasta la más extrema periferia. Él no da nada ni a nadie por perdido. La voluntad de su Abaa es la reconciliación y la comunión. Como iglesia esta ha de ser también nuestra tarea. 

sábado, 25 de abril de 2020

Comentario al Evangelio. 26 de Abril

De la decepción a la desinstalación y la fe (Lc 24,13-35) 

La decepción de los de Emaús ante la muerte de Jesús les impide inicialmente reconocer que es el mismo el que va a su lado como compañero de camino. Su conversación les mantiene distraídos porque les ancla más en un pasado, donde sus expectativas han fracasado, que, en el presente, donde el Señor de la Vida quiere salirles al paso. Sólo cuando Jesús se pone a interpretar con ellos las Escrituras y sobre todo en la fracción del pan, es cuando reconocen la presencia viva de Jesús que les hace arder el corazón y les remite a la comunidad y a una misión. También nosotros y nosotras podemos padecer el síndrome de los de Emaús, estar más en el dolor por el fracaso de nuestras expectativas ante la realidad que en el reconocer las señales de nueva vida que existen también en nuestros ambientes. El mejor antídoto contra este síndrome es ayudarnos como comunidades a hacer lectura creyente de la realidad, que va siempre más allá de los datos meramente sociológicos o empíricos y sobre todo compartir y repartir el pan de la vida con quienes nos vamos encontrando por el camino de la vida y nos urgen a desinstalarla.

Comentario al Evangelio.25 de Abril

Proclamad la Buena Nueva a toda la creación 
(Mc 16,15-20) 

El encuentro con el Resucitado aunque es una experiencia que acontece en el marco de la comunidad nos lleva mucho más allá de ella. La iglesia nace para servir al mundo no a sí misma y en esa diaconía la universalidad es una sus características fundamentales. La Buena Nueva del Evangelio lo es también para toda la creación por eso nuestra concepción y práctica de la misión hoy ha de estar comprometida, como nos señala el papa Francisco, con la ecología integral (LS 137). La salvación de Cristo afecta a toda la comunidad cósmica. Los seres humanos formamos parte de ella y necesitamos recuperar la conciencia de esa interdependencia. En esa misión no estamos solos sino que El espíritu del Resucitado nos compaña y nos “empodera” ensanchando nuestras capacidades y dones.

jueves, 23 de abril de 2020

Comentario al Evangelio. 24 de Abril

Lógica del don (Jn 6, 1-15)

Este texto tiene su paralelo en Mc 6, 35-36. Sin embargo, en esta versión es Jesús y no los discípulos, el primero en captar la necesidad de la gente y su hambre, que va mucho más allá de las necesidades materiales, pues con este relato se inicia en Juan la presentación de Jesús como el pan de vida. El texto evoca la figura de Moisés dando de comer al pueblo en el desierto, para señalar que Jesús es más que un profeta. Mientras Felipe aborda la situación desde la pura materialidad y la lógica del dinero, Jesús rompe con ella presentando la del compartir. Felipe se sitúa en una lógica capitalista mientas que Jesús lo hace desde la del don y la gratuidad, invitando a poner en circulación los bienes y las capacidades que Dios ha dado a cada persona, de manera que nadie se las reapropie para su exclusivo beneficio. Sólo así,  desde el hacernos cargo, entre todos y todas de las carencias propias y ajenas podremos hacer posible la fraternidad en el mundo. Se trata de compartir y repartir lo que somos y tenemos para que haya vida en abundancia para todos y todas,  como hizo Jesús.

martes, 21 de abril de 2020

Comentario al Evangelio.23 de Abril

Palabra y gesto veraz (Jn 3, 31-36)
En la cosmovisión contemporánea a Jesús la realidad se concebía dividida en tres planos: cielo, tierra y abismos. En el Evangelio de Juan Jesús es reconocido como El que viene de lo alto por su identificación plena con Dios. Jesús es su Palabra encarnada, su lenguaje. Por eso su testimonio es verdadero. El texto tiene profundas resonancias trinitarias: A Dios que es la fuente de todo amor sólo podemos acceder a través de la experiencia hecha historia y vida plenificada en Jesús de Nazaret. Esta experiencia de intimidad e identificación del Hijo con el ser y el hacer de Dios en el mundo es obra del Espíritu que se da sin medida en Él. Creer en Jesús nos hace participar de este misterio de comunión y filiación que nos compromete en el aquí y el ahora de nuestro mundo a ser también palabra y gesto veraz con la ayuda del Espíritu que quiere dársenos sin medida ¿Cómo ayudarnos como comunidades cristianas a ello?

lunes, 20 de abril de 2020

Comentario al Evangelio. 21 de abril


 El Espíritu, fuente de conocimiento y regeneración 
 ( Jn 3, 5ª. 7b. 15) 

Las transformaciones más profundas del ser humano no nacen del conocimiento de la ley o las tradiciones, como le sucede a Nicodemo, sino del conocimiento interno de Cristo y de su Espíritu. Lo que salva al ser humano de la desesperación o de las dinámicas de muerte en nuestro mundo no es la erudición, sino hacer experiencia interna del Amor. El Amor nos hace partícipes de la Resurrección porque quien ama vive para siempre. El testimonio cristiano es siempre un testimonio del Amor y no de saberes abstractos y desencarnados. Es también siempre un testimonio en plural pues brota de una comunidad de fe que lo proclama: “De lo que sabemos hablamos, de lo que hemos visto damos testimonio” (v 11).

domingo, 19 de abril de 2020

Comentario al Evangelio.20 de Abril


 ¿Es posible nacer de nuevo? (Jn 3, 1-8)
El Evangelio dota de un sentido nuevo y esperanzador a la propia existencia pero requiere una sensibilidad abierta para captarlo. El personaje de Nicodemo representa este deseo de abrirse a Jesús, aun con la conciencia del peso de aprendizajes, hábitos, y creencias que constituyen una gran dificultad para hacerlo. La conversión es planteada como un nacer de nuevo que es obra del Espíritu en el corazón humano. Conlleva más un dejarse hacer, una pasividad receptiva y agradecida que un activismo voluntarista. La Pascua nos abre al Misterio del Espíritu del Viviente en nuestro mundo que nos urge con su aliento a re-nacer y hacer re-surgir la vida desde el amor y la esperanza contra toda desesperanza desde los gestos más cotidianos.

viernes, 17 de abril de 2020

Comentario al Evangelio.18 de Abril

Las mujeres y el Resucitado (Mc 16,9-15)

Este pasaje se incorporó con posterioridad al Evangelio de Marcos como un apéndice narrativo a modo de resumen de las Apariciones del Resucitado que aparecen en el resto de los Evangelios. En él aparecen con fuerza dos temas que conectan con nuestra realidad de creyentes hoy: el papel de las mujeres en la primera Iglesia y la resistencia e incredulidad de los apóstoles ante su anuncio. ¿Cuáles son hoy también nuestras dudas y resistencias?.¿Qué aporta la fe y el compromiso de las mujeres en nuestras comunidades cristianas? ¿Podemos imaginarnos como sería una iglesia sin su presencia, sin su trabajo en ella?.¿Cómo avanzar en un mayor reconocimiento y participación de las mujeres también en los lugares de toma de decisiones en la Iglesia?. El Resucitado urge al envío y al anuncio. Un anuncio que se caracteriza por su universalidad y su sentido holístico: “A toda la creación”. La resurrección tiene también una dimensión cósmica. ¿A qué compromiso ecológico nos urge?.

Comentario al Evangelio.17 de Abril



Echar las redes confiadas en Jesús (Jn 21, 1-14 ) 

El relato de esta Aparición está lleno de elementos simbólicos desde el inicio hasta el fin: la pesca (misión), los siete (la comunidad), el numero ciento cincuenta y tres es (la totalidad), el pescado (Jesús), el pan (Eucaristía) y la expresión “tercera vez” que representa la plenitud. El Resucitado se hace ver en el corazón de la vida, en plena faena cotidiana. Su presencia es la que da sentido y fecundidad a la acción de los apóstoles. Sin ella todo es estéril. También nosotros y nosotras somos urgidas como iglesia a echar las redes en su nombre, con la confianza puesta en Él y su Palabra. Si no lo hacemos de este modo, sino basándonos en nuestras propias fuerzas y recursos quedaremos agotados en el límite de nuestra propia suficiencia. El gesto eucarístico, es el alimento y fuerza de envío que nos fundamenta como comunidades cristianas e Iglesia.

miércoles, 15 de abril de 2020

Comentario al Evangelio.16 de Abril

Fe y audacia evangélica (Lc 24, 35-48) 

La comunidad cristiana es el lugar de reconocimiento y confirmación de la experiencia de Resucitado en nuestro mundo y en el corazón humano. Es lugar de compartir, de contraste, discernimiento y de envío porque experimentar que Cristo vive conlleva siempre una dimensión misionera. Frente a la perplejidad de los apóstoles el anuncio del Resucitado en su primer mensaje es siempre el mismo: No tengáis miedo. Lo contrario al miedo no es la valentía, sino la fe y la fe nos compromete en lo concreto y en la materialidad de la vida. El Evangelio no es gnosis, sino encarnación. El cuerpo del Resucitado está marcado por las cicatrices del dolor y el sufrimiento porque el Crucificado es el Resucitado. Experimentarlo nos lleva a ser testigos de ello en nuestros contextos. ¿Cómo hacer inteligible hoy esta experiencia en nuestros ambientes? ¿Desde qué actitudes? ¿Con que signos?.

martes, 14 de abril de 2020

Comentario al Evangelio.15 de Abril.


Lo conocieron a partir del pan  (Lc 24, 13-35)  


La exégesis bíblica nos aporta hoy datos suficientes para identificar a los de Emaús no como dos hombres, sino como la pareja constituida por Cleofás y María, su mujer, que formó parte del grupo que acompañó a Jesús, hasta el final (Jn 19,25). Ambos caminan decepcionados tras su muerte e incrédulos ante la experiencia que proclamaron las mujeres que no todo había terminado en el sepulcro. Es el duelo, el fracaso de sus expectativas y la fijación en el pasado lo que les impide reconocer la presencia viva de Jesús caminado a su lado, en su presente. Lo que abre su sensibilidad y provoca un cambio de mirada es la fracción del pan, el gesto eucarístico. También hoy a nosotros y nosotras puede sucedernos lo mismo como comunidades cristianas. ¿Qué fracasos y decepciones nos bloquean la sensibilidad y la mirada para captar la presencia viva del Resucitado haciendo camino con nosotros y nosotras?. ¿En qué gestos de partir y compartir la vida se nos revela?.

lunes, 13 de abril de 2020

Comentario al Evangelio.14 de Abril. Octava de pascua

                       Aprender a soltar (Jn 20, 11-18)

Una dificultad para captar las huellas del Resucitado en la vida, como le pasó a María Magdalena es la nostalgia: buscar en un pasado irrepetible la respuesta al presente. La nostalgia nos lleva a fijarnos y aferrarnos en lo que ya ha quedado atrás, a anclarnos en el “cualquier tiempo pasado fue mejor “. Nos impide afrontar el presente y descubrir la novedad de Dios que acontece en el presente. El Resucitado toma también hoy el cuerpo de muchos hortelanos, personas y acontecimientos que nos salen al encuentro. Cristo vivo nos cita siempre en la entraña de la vida y en comunidad. 

Como a María Magdalena, nos urge a adentrarnos en la espiritualidad del soltar, vivir “soltando”, seguridades, miedos, acomodos, etc. Sólo “soltando” podemos abrirnos al futuro. Si no lo hacemos nuestra vida, nuestras comunidades se quedarán nostálgicas y llorosas y nuestra fe y nuestro compromiso quedarán reducidos a ideología o a tópicos o frases hechas. 

Adentrarnos en este “suéltame” de Magdalena es atrevernos a hacernos una pregunta, que siempre resulta tremendamente incómoda: ¿Qué es lo que el Señor nos está pidiendo que abandonemos, dejemos, soltemos, para poder reconocerle como El Viviente, hoy, aquí y ahora?. ¿A qué novedad nos inspira hoy su Espíritu?.¿A que nos envía?.

domingo, 12 de abril de 2020

Comentario al Evangelio.13 de Abril. Lunes de la Octava de pascua


Resurrección y misión (Mateo 28,8-15)


La intencionalidad de los relatos de las apariciones es revelar el convencimiento de los primeros compañeros y compañeras de Jesús que el mal, el fracaso, la violencia, la muerte no tienen la última palabra sobre la vida, sino que su palabra definitiva es siempre el Amor. Fueron sobre todo las mujeres quienes participaron con más fuerza de esta experiencia porque también fueron ellas y el apóstol Juan quienes permanecieron con Él fieles hasta la Cruz, hasta el extremo del amor. La experiencia de la Resurrección más que una experiencia física es una experiencia creyente en la que la alegría y la esperanza desplazan el temor y la resignación. Una experiencia que moviliza al envío y a la misión: Id a Galilea. ¿A que nos moviliza la experiencia del Resucitado en nuestras Galileas concretas hoy?.

Carta a María Magdalena en tiempos de coronavirus


https://www.religiondigital.org/opinion/Domingo-Maria-Magdala-portadora-Resurreccion-iglesia-evangelio-religion-magdalena_0_2221277855.html

Como Contarle a mi gente




sábado, 11 de abril de 2020

Comentario al Evangelio.Domingo de Resurrección.12 de Abril

Dios no es un Dios de muerto sino de vivos (Jn 20, 1-19)

Dios no es un Dios de muertos sino de vivos. Por eso, como señala el papa Francisco, no huyamos nunca de la Resurrección de Jesús, nunca nos declaremos muertos, pase lo que pase, que nada pueda más que su vida que nos lanza hacia delante, porque nadie queda excluido de la alegría que nos reporta el Señor (EG 3). Como Magdalena, Pedro y Juan “aun cuando todavía es oscuro” podemos detectar las huellas del Resucitado en el corazón de la vida. Para ellos necesitamos “una mirada de fe” que va más allá de los datos empíricos de un sepulcro vacío, acoger y abrirnos a una nueva dimensión que nos hace descubrir que la realidad está habitada por una presencia que la dota de posibilidades insospechadas e imprevisibles. Por eso los signos no son prueba de fe, sino que es la fe la que descubre signos. El Espíritu del Resucitado nos urge a renovarnos profundamente como iglesia, revitalizando nuestra dimensión misionera con creatividad y urgiéndonos a ser una iglesia siempre de “puertas abiertas”, que sale con humildad al encuentro de la humanidad más herida, sin miedo mancharse ni quedar salpicada por ella pues se siente carne de su carne (EG. 49).

viernes, 10 de abril de 2020

Comentario al Evangelio. Sábado Santo.11 de Abril


 Amor más poderoso que la muerte (Mt 28, 1-10) 


Hay formas de vivir que revelan que el amor es más poderoso que la muerte y que la Palabra encarnada de Dios actúa fecundamente en la historia, de modo que nunca retorna a Él vacía, aunque tenga que atravesar la densidad del sufrimiento. La palabra de Dios es creadora y apuesta siempre por la vida frente a toda forma de violencia, opresión o muerte. Así se nos ha ido revelando a lo largo de la historia de la salvación como los textos de la Vigilia Pascual ponen de manifiesto. 

Ni siquiera el pecado puede romper esta opción amorosa de Dios por la humanidad y la creación. Pese a nuestras dificultades, esclavitudes e infidelidades Dios sigue apostando por nosotros, incluso en los momentos de absoluta oscuridad, cuando no vemos ninguna salida, cuando nos asalta la certeza de que todo está perdido. Dios se nos ofrece de balde, sin imponerse, sino más bien exponiéndose a nuestra libertad y acogida. 

Pero también nosotros y nosotras, como las mujeres que acudieron aquella mañana de Pascua al sepulcro, podemos estar empeñados en buscar a Cristo en un lugar equivocado. Es en el corazón de la vida, en nuestra Galilea cotidiana donde podemos hallarle y reconocerle en la hondura de lo ordinario dotándolo de sentido y fuerza regeneradora. 

Como el ángel a las mujeres son muchos los mensajeros que pone nuestro camino para señalarnos que su lugar no es la muerte si no la vida, no es el llanto ni el duelo, sino la alegría. El Resucitado nos primerea en el amor y nos invita a involucrarnos con Él para ser una iglesia en salida presente en las periferias que necesitan la luz del Evangelio (EG 24, 20).

jueves, 9 de abril de 2020

Comentario al Evangelio.Viernes santo. 10 de Abril


La cruz máxima solidaridad de Dios con las víctimas 
(Jn 18, 1-19,42)



Celebrar la pasión de Cristo es tomar conciencia que Jesús no murió, sino que a Jesús le arrancaron de la tierra de los vivos (Is 53,8). Su muerte, como la de tantas personas hoy en nuestro mundo no fue “accidental”, sino que son “crónicas de una muerte anunciada“. La imagen del Siervo de Yahveh despreciado y evitado por los hombres, desestimado, maltratado, juzgado injustamente se reproduce cotidianamente en nuestros ambientes. En nombre de Jesús se nos pide posicionarnos ante ellos con las entrañas compasivas y solidarias del Dios que es Padre y Madre de todos.

 En la cruz, Dios nos muestra la densidad más honda de su misterio. Un Dios que no sólo está a favor de las víctimas, sino a merced de sus verdugos.En ella expresa su máxima solidaridad y cercanía con las víctimas generando una esperanza que no está reñida con la oscuridad y las preguntas sin respuesta, una esperanza que no pasa por encima del desgarro humano. 
En la Cruz Dios sostiene a su Hijo y a toda la humanidad sufriente desde dentro de su corazón dolorido y despojado, ayudando a resistir y a encarar el sufrimiento, capacitando para que ni siquiera el propio dolor y abandono se conviertan en medida del mundo, sino que sea pro-existencia, entrega y donación amorosa hasta el fin, para que no haya más cruces. 









Comentario al Evangelio. Jueves santo (Juan 13, 1-15)


  

Vivir la vida eucaristícamente en tiempos del Covid 19   

La compasión solidaria de Jesús se hace gesto y signo sacramental en la Eucaristía. La Eucaristía es la máxima expresión del “darse” de Cristo y de su gratuidad incondicional. Por eso, como ha dicho el papa Francisco, “no es un premio para los perfectos, sino un generoso remedio y un alimento para los débiles (EG 47). Si en la Pascua judía el signo de la acción liberadora de Dios es la sangre y el sacrificio, en la Última Cena lo es el cuerpo partido y repartido de Jesús, accesible a todos y todas como alimento básico para la vida del mundo. Del mismo modo la Eucaristía no es algo “accidental” en la existencia de Jesús, sino que fue gestándose a lo largo de toda su vida y conduciéndole hacia la entrega total en sus palabras, en sus gestos y encuentros con la gente, especialmente con la más herida y vulnerada. 

En el contexto cultural contemporáneo a Jesús el imaginario del banquete mesiánico (Is 25, 6-10) como el gran signo de la irrupción de la novedad de Dios en la historia tenía mucha fuerza entre los creyentes judíos. Por eso Jesús desde la experiencia inclusiva del amor compasivo del Abba, lo va a historizar y radicalizar tanto con sus parábolas (Mt 22,4) como con sus hechos: practicando una comensalidad abierta (Lc 15,2). Sus comidas con pecadores, publicanos y prostitutas inauguran un nuevo orden cuyo centro es el amor y la compasión más que la ley y las tradiciones excluyentes. Esta práctica de Jesús sitúa en condiciones de igualdad a todos los seres humanos en su accesibilidad Dios y a los bienes de la tierra. Por eso algunos teólogos y teólogas afirman a Jesús le mataron por su forma de compartir la mesa y por con quienes eligió hacerlo. Las comidas de Jesús quiebran la imagen de un Dios sólo para selectos y revelan aun Dios cuyo ser y hacer es misericordia en acción, compasión solidaria, cercanía e identificación con los y las excluidas. Pero la Ultima Cena de Jesús no es tampoco una de tantas comidas de Jesús, sino que tiene un carácter de “memorial” de “testamento”. Jesús es consciente que en torno a él se va cerrando un cerco y busca la intimidad con sus discípulos para compartirles los secretos de su corazón y para ratificar su deseo de entrega, de seguir adelante en la misión que el Abba le ha encomendado. Por eso La Última Cena es un compendio de lo que ha sido la vida de Jesús. Su originalidad radica también en que Jesús es el “anfitrión” y se presenta a la vez como “el que sirve”, algo absolutamente inusual en la mentalidad judía donde quienes servían en las comidas eran las mujeres, y los esclavos. Al hacerlo Jesús ocupa su lugar. 

miércoles, 8 de abril de 2020

Reflexiones de la teóloga Ivone Gevara sobre el coronavirus


La  Cátedra de teología Feminista nos comparte reflexiones de de mujeres  teólogas de distintas partes del mundo  ante la crisis del Cov19. Sin desperdicio 

Padrenuestro en tiempos de Coronavirus


https://www.religiondigital.org/otro_mundo_es_posible/Padre-tiempos-coronavirus_7_2220747910.html

Balconada


Y me asomo a la ventana, y miro pasar las personas, los perrillos, la vida…y en mirar se me pasa el rato. Ahora entiendo porque las mujeres de mi barrio, sobre todo las mayores, miran tanto por el balcón, -como si de la mujer en la ventana de Dalí se tratara-, esa es toda su apertura al exterior, aisladas, no por un virus biológico, sino por un virus social, recluidas dentro de lo privado, espacio destinado para ellas, la casa, porque a la calle solo van las busconas, la calle es de los hombres, “qué dirán los vecinos si te ven por ahí sola en la calle, sin hacer nada, no me avergüences, que no me entere”.

Entonces, cuando te aíslan, te confinan, te impiden la participación, sin palabra, sin voz, lo que queda es mirar por el balcón.

Pero entonces pasas a ser la cotilla, la vieja del visillo…demonio de virus.

Y llega una mujer, la del perfume, rompe con el aislamiento normativo y todo lo llena con su fragancia,…

Dejadla en paz¡¡¡¡

Dejadlas vivir¡¡¡¡

porqué las criticáis¡¡¡

                                                                                T. F

Libros, canciones y películas para el confinamiento


https://www.religiondigital.org/cultura/Teologos-aconsejan-peliculas-canciones-cuarentena-oracion-arregi-aleixandre-rivas-pikaza-torres-coronavirus_0_2219478037.html

martes, 7 de abril de 2020

Comentario al Evangelio. Martes santo. 8 de Abril


 Vender la conciencia ( Mt 26,14-25 ) 

La vida no es un negocio ni las personas tienen precio. La pregunta de Judas a los sumos sacerdotes: ¿Qué me dais si os lo entrego? se dirige también para nosotros y nosotras hoy. ¿A cambio de que intereses vendemos hoy nuestra conciencia y los valores evangélicos que profesamos? El capitalismo reduce a mercado y negocio la vida y tiene también su propio credo: fuera del mercado no hay salvación. Por eso instrumentaliza a las personas anteponiendo el lucro a su dignidad. Pero la lógica del Evangelio es bien distinta. Nadie puede ser descartable. La radical dignidad del ser humano le viene de su ser criatura a imagen y semejanza de Dios y ello comporta también que hay derechos, como dice el papa Francisco que son sagrados: tierra, techo y trabajo y que no se puede confundir valor y precio.

lunes, 6 de abril de 2020

Comentario al Evangelio.Martes santo.7 de abril

Infidelidades y traiciones (Jn 13, 21- 33. 36-38)

Al igual que nosotros y nosotras hoy los seguidores y seguidoras de Jesús no eran perfectos sino que estaban llenos de debilidades humanas y miedos. Judas no pudo entender el mesianismo kenótico de Jesús. El fracaso de sus expectativas sobre el proyecto de Jesús y la codicia le llevaron a traicionarlo entrando en complicidad con el poder para entregarlo. Tampoco Judas captó el mensaje de su misericordia y por eso el peso de la culpa le hizo insostenible la vida y murió como consecuencia de su propia desesperación. Pero también Pedro falló a Jesús. Ambos personaje nos recuerdan que ser cristianos y cristianas no es cuestión de buenas intenciones, sino que sobre todo tiene que ver con nuestras actitudes en la vida cotidiana, en las relaciones con los demás y en nuestras acciones. Son en ellas donde nos jugamos la fidelidad a Jesús y su Evangelio. Por eso como comunidades cristianas hemos de ayudarnos a ser conscientes de nuestras infidelidades cotidianas al Evangelio, para no pactar con ellas abriéndonos a la misericordia y la compasión de Dios. Porque el Dios de Jesús, más que nuestra perfección lo que desea es la adhesión de nuestro corazón, aunque nuestro caminar sea siempre vacilante y contradictorio, y nuestra vida un permanente caernos y volvernos a levantar.

Desde el confinamiento


domingo, 5 de abril de 2020

Comentario al Evangelio. 6 de Abril. Lunes Santo

Perfume y desmesura del Amor (Jn 12, 1-11)

Betania es el lugar de la amistad. El lugar donde Jesús repara fuerzas y aliento para enfrentar la densidad de los acontecimientos que la conflictividad de su menaje y su vida están generando. Es el lugar de la cena compartida y los gestos cuando las palabras se vuelven impotentes para decir lo que el corazón siente. Es en este contexto donde María va a ungir los pies de Jesús con un perfume valioso, como valiosa es la vida de Jesús para las mujeres y los pobres. En Él se han se han sentido reconocidos y reconocidas como hijos e hijas de Dios y alcanzados por su justicia y su misericordia. El gesto desmesurado de María de ungir los pies de Jesús con perfume y con sus caricias expresa también simbólicamente la desmesura del Amor de Jesús hasta el extremo. Pero no todos entienden este lenguaje, sino que se resisten a él y quedan escandalizados como Judas, para que quien la lógica del cálculo le impide reconocer que el Evangelio es pura gratuidad.

sábado, 4 de abril de 2020

Comentario al Evangelio.Domingo de ramos

Pasión de Cristo y condición humana (Mt 26, 14-27, 66) 

El proceso del prendimiento de Jesús, su condena y muerte revela su grandeza y libertad para encararlos pero a la vez también la miseria de la condición humana. Quienes le habían aclamado como rey en su entrada a Jerusalén no tienen problema días después en exigir su muerte. Quienes habían sido sus compañeros y lo habían dejado todo por seguirle son incapaces de acompañarle en la angustia de Getsemaní o huyen presos del miedo negando tener nada que ver con Él cuando es detenido y ajusticiado. Pero Jesús permanece fiel ante las opciones tomadas y en su soledad clama al Dios de la vida en su misterio. Sólo algunas mujeres, desde lejos, permanecen atentas a su sufrimiento y velan su cuerpo crucificado ante el sepulcro. La pasión de Cristo bien puede ser una crónica de la condición humana que acontece cada día es nuestro mundo. ¿Cómo no situamos cada uno de nosotras y nosotros ante ella?.

Comentario del Evangelio. 4 de Abril

La decisión de matar a Jesús (Jn 11, 45-47)

La decisión de dar muerte a Jesús, como tantas muertes injustas y violentas hoy en nuestro mundo no fue un hecho fortuito ni aislado sino la consecuencia de una forma de estar en la vida desde la solidaridad con los últimos que resultaba tremendamente incómoda y desinstaladora para el poder religioso y político. Jesús no murió de forma natural, sino que a Jesús “le arrancaron de la tierra de los vivos”. Jesús murió porque los hombres matan y a esto le otorga al cristianismo una dimensión crítica y conflictiva que no podemos ignorar ni edulcorar. Como creyentes no podemos pasar por alto, con los aterrizajes concretos que esto conlleva en nuestra vida, las páginas incómodas del Evangelio y adaptarlo a nuestra conveniencia. El Evangelio no es un manual de autoayuda, sino una memoria peligrosa, lo cual no significa exaltar el dolorismo, sino hacernos conscientes de las consecuencias del amor.

jueves, 2 de abril de 2020

Comentario al Evangelio.3 de abril

Hacer las obras del Padre (Jn 10,31-42)

El Dios todo misericordia que revela Jesús con sus obras y palabras es un escándalo y una amenaza para quienes hacen un Dios a medida de sus intereses o lo de su grupo. Por eso el círculo en torno a Jesús se va cerrando cada vez más y su vida va estando progresivamente amenazada. Su identificación con el Padre y su proyecto de solidaridad amorosa desde abajo, hasta el punto de proclamar “El Padre está en mí y yo en Él” le convierten en blasfemo ante la mirada juzgadora de los representantes del Templo. La Buena Nueva que inaugura Jesús es que no hay más templo que su cuerpo. El culto cristiano se realiza el ejercicio del mandamiento del Amor y la vivencia de las Bienaventuranzas y su templo la encarnación de Dios en la projmidad humana y en toda la creación.

Comentario del Evangelio.2 De Abril

Guardar la Palabra (Jn 8,51-59)
Nuevamente contrasta la libertad de Jesús y su mensaje con la incredulidad y polémica que representan las instituciones de Israel. El encuentro es imposible porque los diálogos se dan continuamente en paralelo y desde distintos paradigmas. El paradigma de Jesús es el de la libertad y la misericordia y el de las instituciones el de la ley y las tradiciones interpretadas al servicio de sus propios intereses. Jesús no busca el conflicto pero se encuentra con él ante la dureza y el blindaje autodefensivo de las mismas. Jesús les dice claramente que no conocen a Dios, porque conocer a Dios es ser cauce de su misericordia reproduciéndola en el aquí y el ahora de cada momento histórico. Conocer a Dios no es cuestión de argumentos o teologías sofisticadas. El conocimiento de Dios se adquiere por entrañabilidad con su Palabra encarnada en la historia. Conocer a Dios es practicarle. Por eso guarda su Palabra quien la compromete y arriesga en el amor, como Jesús.