lunes, 30 de noviembre de 2020

Maestras de resiliencia : Madeleine Delbrel

Desde el corazón de esta crisis podemos acudir a mujeres, que desde nuestra tradición cristianas son maestras en resiliencia  " a pie de calle", " místicas de la projimidad". Una de ellas es sin duda Madeleline Delbrel. Con ella no sumamos a esta danza de obediencia a la vida y de desobediencia  a todo lo que la violenta, expolia, maltrata en los cuerpos de los mas vulnerados y vulneradas  y de toda la  comunidad cósmica  


sábado, 28 de noviembre de 2020

RITUAL DE VIDA: PONER LOS CUIDADOS EN EL CENTRO DESDE UNA ESPIRITUALIDAD FEMINISTA


 Retomamos el espacio de rituales feministas  desde la Red Miriam que iniciamos hace un año. Lo retomamos de manera virtual y con muchas ganas de poder convocarlos presencialmente, echamos de menos el " cuerpo a cuerpo". Este vez el tema que nos convoca son los cuidados. Así que :

 Chicas ¿ y si nos cuidamos ?  

jueves, 26 de noviembre de 2020

Lectura Recomendada para el Adviento : Miróforas. Portadoras de perfumes en las madrugadas del mundo

Nuestro amigo Miguel Angel Mesa nos recomienda este nuevo libro de Mariola López Villanueva, editado recientemente por editorial Paulinas



Las mujeres que llevaban los perfumes para ungir el cuerpo de Jesús, en la mañana de Pascua, según la tradición cristiana ortodoxa, recibieron el nombre de miróforas. Ellas habían acompañado a su Maestro desde Galilea, le habían cuidado, atendido en sus necesidades, dado hospitalidad y, al final, habían permanecido a su lado junto a la Cruz. 

Otras mujeres que aparecen en los Evangelios, como la cananea, la mujer con flujos o Marta y María, ayudaron a Jesús a descubrir nuevas realidades y la voluntad de Dios, expresada por ellas, abriendo las puertas de la corporalidad y el contacto, la receptividad y la donación y la amistad y el agradecimiento. 

En nuestros días hay otras muchas mujeres, portadoras de perfumes en las madrugadas de nuestro mundo, que los derraman sobre las personas más olvidadas. Mariola López Villanueva las ejemplariza en tres grandes ejemplos de místicas comprometidas del siglo XX: Etty Hillesum, que ayudó y acompañó a su pueblo judío, muriendo en el campo de exterminio de Auschwitz; Madeleine Delbrêl que luchó por ofrecer dignidad y lo necesario parar vivir a los obreros de las periferias de París; y Dorothy Day, una pacifista y luchadora contra las injusticias, dando hospitalidad a la gente más pobre y sin hogar en Nueva York. 

miércoles, 25 de noviembre de 2020

Nos queremos vivas y sin miedo : 25 N

 Hoy 25 de Noviembre, alto y fuerte, con toda nuestra rabia, nuestra esperanza y nuestra activismo : NOS QUEREMOS VIVAS, NI UNA MENOS 


 


y nuestra activismo : NOS QUEREMOS VIVAS, NI UNA MENOS 

domingo, 15 de noviembre de 2020

Para las oraciones, celebraciones y eucaristías con motivo del 25 de Noviembre


Para las oraciones, celebraciones y eucaristías 
del domingo 22 de noviembre

Domingo anterior al 25 de noviembre.



Día de la eliminación de la violencia contra la mujer 

Monición de entrada

El pueblo de Dios está aquí reunido con la certeza de que Jesús de Nazaret está presente, tal y como nos lo prometió. El, que pasó deteniendo su mirada en cada persona, se para hoy y mira a las mujeres de toda la tierra que sufren violencia solo por el hecho de ser mujeres. Y se para porque cada una de las personas que estamos aquí, tenemos sus ojos y tenemos su mirada. Estamos llamados a cambiar la realidad desde los ojos de Jesús, desde las actitudes de Jesús, para construir un Reino de Dios en el que cada ser humano, tenga la dignidad de hijo e hija de Dios. El 25 de noviembre es el día mundial de la eliminación de la violencia contra la mujer. El pueblo de Dios no pasa de largo ante esta lacra de la sociedad. 

Monición a la lectura 

La marginación y el sufrimiento de las mujeres sólo por el hecho de serlo, la violencia religiosa, social y familiar sobre quienes viven en un cuerpo de mujer, es denunciada por Jesús y liberada por su modo de relacionarse con ellas rompiendo los modelos de conducta patriarcales de su época, especialmente con las más oprimidas y vulneradas. Pero también las mujeres, como la hemorroisa del Evangelio, que sufre por una enfermedad maldita asociada en su contexto a su condición de ser mujer, las lleva a tomar decisiones transgresoras más allá de las leyes y preceptos injustos para reclamar su derecho a la salvación, a la felicidad, a vivir con dignidad y justicia. Es este deseo el que lleva a esta mujer a tomar la iniciativa de acercarse por detrás de Jesús, confundida en una masa anónima y reclamar liberación, justicia, como tantas mujeres hoy en el mundo reclamamos una vida digna para las mujeres, liberada de la pobreza y la violencia y la revictimización. La mujer hemorroisa es mucho más que una víctima, es una mujer empoderada cuyo anhelo de justicia y liberación le lleva a tomar la iniciativa de tocar el manto de Jesús. Jesús es sensible a su tacto y su clamor y en medio de una masa anónima la pide que se identifique, la singulariza y la sana reconociéndola como mujer de fe y sujeto de liberación de su propia historia. 

LECTURA: MATEO 9, 20-22, LA HEMORROISA 

En esto, una mujer que padecía hemorragias desde hacía doce años se acercó por detrás a Jesús y tocó el borde de su manto, pues pensaba para sí misma: «Con solo tocar su manto, me curaré». Pero Jesús se volvió y, al verla, le dijo: Ánimo, hija, tu fe te ha sanado. Y en aquel mismo instante la mujer recuperó la salud. 

ORACION DE LOS FIELES 

La pandemia ha agravado el aislamiento y la indefensión de la situación de las mujeres que conviven con su agresor. En lo que va de año han muerto 38 mujeres por violencia de género. ¿Qué tenemos que hacer y que dejar de hacer como comunidades cristianas para acabar con la violencia contra las mujeres dentro y fuera de la iglesia? 

El próximo día 25 de noviembre un año más recordaremos a las mujeres de todo el mundo que han sido y son víctimas de la violencia de género. 

Sus historias de humillación e indignidad culminan con su muerte, pero no terminan con ella porque dejan un rastro de dolor que perdura en las personas que las amaron. 

En su recuerdo, que nos llama al compromiso, como creyentes que creemos que todas y todos estamos llamados a la dignidad y a la libertad de las hijas e hijos de un Dios Padre Madre oramos: 

Señor, te pedimos luz y decisión para que la Iglesia acompañe a la sociedad civil en la educación, denuncia y lucha contra la violencia de género. OREMOS 

Te pedimos, Señor, que la Iglesia avance en la misma actitud para educar, denunciar y luchar contra todas las formas de violencia hacia las mujeres que se ejercen dentro de ella misma: el sostenimiento de un sistema patriarcal, la ausencia de las mujeres en igualdad con los varones en todos los ámbitos de la comunidad, los abusos de autoridad y los abusos sexuales que, en ocasiones contrastadas, contra ellas se ejercen. OREMOS 


Esta propuesta está pensada para incluirla en las oraciones, celebraciones y eucaristías del domingo 22 de noviembre. Ha sido elaborada por los colectivos de mujeres de la Revuelta en la Iglesia. 









domingo, 8 de noviembre de 2020

Comentario al Evangelio: 8 de Noviembre

“Vigilad, pues no sabéis el día ni la hora” (Mt 25,1-13) 

El Evangelio es una llamada de atención a nuestra sensibilidad, a vivir con la consciencia despierta para reconocer el paso de Dios por la vida. Como las vírgenes prudentes nuestros candiles han de estar encendidos para descubrir su presencia en el espesor de lo real. La vida no se improvisa. Por  eso hemos de cuidar los hábitos del corazón para que nuestra sensibilidad no esté embotada y no se quede prisionera en la superficialidad de  los agobios cotidianos. Dios en su encarnación nos sale siempre al encuentro para abrazarnos con su consuelo y su misericordia pero requiere la apertura, y la  profundidad de nuestro ser y el cuidado de la esperanza activa.

lunes, 2 de noviembre de 2020

Comentario al Evangelio:2 de Noviembre

En las manos de Dios en y la fidelidad de quienes nos han precedido  ( Jn 14,1-6)

En el día de los Difuntos recordamos a los seres queridos que ya no están físicamente entre nosotros y nosotras, pero cuyas vidas siguen unidas a las nuestras, fortaleciéndonos y acompañándonos. Como las mujeres que acudieron con perfúmenes al sepulcro de Jesús y descubrieron que Él ya no estaba allí, también nosotras y nosotros experimentamos su presencia viva en nuestro corazón y en lo profundo de la historia. Nuestros difuntos y difuntas nos ayudan a sentirnos parte de esta larga cadena humana de amor, de lucha por la vida, de dones y saberes compartido, de gratuidades y resistencias por las que hoy somos quienes somos y podemos reconocer agradecidos y agradecidas que la humanidad no está perdida, sino que esta sostenida en las manos de Dios y en el esfuerzo y la fidelidad de quienes nos han precedido.