Desde Cristianisme i Justicia nos llega esta maravillosa y esperanzada reflexión de Pepa Torres sobre las "luciérnagas" que iluminan nuestro mundo oscuro.
Red Miriam. Espiritualidad Ignaciana Femenina
Una red de mujeres que nos sentimos convocadas por la vivencia de la espiritualidad ignaciana pensada y vivida con perspectiva de género y a la luz de nuevos paradigmas teológicos.
viernes, 19 de septiembre de 2025
miércoles, 17 de septiembre de 2025
Cuento "Perlita"
Al hilo de las experiencias compartidas en el "Yadá 2025 - Alentar la Esperanza", compartimos el cuento que nos regala nuestra yadera Carmen.
PERLITA
Había
una vez una pequeña ostra en el fondo del mar llamada “Perlita”.
Perlita
era feliz, pero a veces notaba un pequeño cosquilleo en su interior, un día
mientras descansaba en la arena, una arenilla traviesa se coló en su concha,
Ay!!! Exclamó Perlita, ¿Qué hace este intruso en mi hogar?
Confundida
y un poco molesta, Perlita se dio cuenta de que no podía expulsar el grano de
arena. Tendré que acostumbrarme (pensó con resignación).
Día
tras día esa arenilla irritaba la tierna piel de Perlita, sin embargo Perlita
era una ostra muy ingeniosa y empezó a pensar una solución.
Si
dejo que esta arena me moleste siempre no podré disfrutar del mar (se dijo
Perlita). Entonces tuvo una gran idea, envolvió la arenilla con una sustancia
brillante llamada nácar.
¡Esto
funciona!, pensó Perlita orgullosa; mientras veía como la arenilla empezaba a
cubrirse de ese hermoso material. Con el paso del tiempo Perlita envolvió capa
tras capa el grana de arena.
Misteriosamente
este tratamiento hizo que “esa cosa” molesta comenzara a transformarse en algo
verdaderamente especial.
Un
día después de muchas capas, el grana de arena ya no se sentía en absoluto como
una molestia.
Y
sucedió que mientras Perlita descansaba una tarde, unos pequeños peces nadaron
curiosos cerca de ella. ¿Qué es ese brillo que viene de Perlita? (preguntó el
pez amarillo) ¡Es una perla! (exclamó el pececito verde emocionado al ver a
través de la apertura de Perlita).
El
simpático pez azul asomo la cabeza diciendo: Es lo más hermoso que he
visto en el mar.
Perlita
se sintió muy orgullosa al oir los cumplidos de los peces. Las complicaciones
del principio se habían convertido en una joya magnifica.
Ahora
Perlita no solo era una ostra feliz sino también una ostra especial.
Desde
entonces cada vez que un grano de arena entra en otras ostras, ellas saben que
hacer. Gracias al ingenio de Perlita las ostras podían crear perlas bellísimas
que adornaban el mundo marino, y así el proceso continua en el vasto océano. Y
Perlita recordó que con paciencia, tiempo y cariño una dificultad se puede
convertir en una hermosa solución.
Adaptación
de una leyenda
Mari
Carmen Saz Sánchez
Experiencias "Yadá 2025"
Compartimos con vosotras la experiencia de dos de las participantes en la edición del "Yadá" de este año, con el lema "Alentar la esperanza".
"En abril, nuestro grupo de mujeres recibió la invitación a participar en el “Círculo Yadá”, una experiencia organizada por la Red Miriam de Espiritualidad Ignaciana Femenina.
Desde
el primer momento, la propuesta y su metodología despertaron en mí un profundo
interés. La sentí como una oportunidad para detenerme en medio del camino,
tantas veces transitado de forma intuitiva, siguiendo impulsos que nos conducen
hacia nuevos horizontes, compromisos y compañeras de viaje. Era, y es, una
invitación a abrir un espacio para discernir con calma, para adentrarme en ese
interior habitado que, tarde o temprano, nos mira con paciencia y nos orienta
con suavidad hacia aquello y hacia quienes, desde nuestra libertad, descubrimos
como el lugar y la compañía donde realmente estamos llamadas a vivir, sentir y
ser.
En este
espacio fuimos entrando en la memoria viva de mujeres que caminaron junto a
Jesús y de tantas otras que, a lo largo de la historia, han sido luz y bien en
su seguimiento a Dios. Para mí fue un tiempo de hondura y de encuentro,
acompañada de mujeres decididas a compartir su experiencia, a sostener, a
acompañar y a celebrar la vida. Nos sentimos cercanas en la oración, en las
causas, en las luchas; entretejidas como hilos de un mismo tapiz, creando red,
creando Yadá.
Ha sido
un tiempo de conocimiento, de cuidado y de compañía para seguir caminando en el
proceso; un lugar donde puedo mirar mi fragilidad, y, sintiéndome amada,
aprender también a amar.
“Que
el Espíritu que nos reunió en Yadá continúe sosteniendo nuestros pasos y
cuidando nuestras fragilidades y “Que cada encuentro, cada gesto, sigan siendo
lugar sagrado donde descubrimos juntas el rostro de Dios.”" (Lourdes)
"Alguien dijo que hoy es un regalo y por eso se llama presente. Así he vivido yo esta experiencia y de esta forma quiero agradecerla.
Con cinco acciones que han estado
presentes y me han ayudado a crecer:
SANAR. “Las
hojas no se caen, se sueltan” y soltar sabiendo que las hojas sueltas forman un
manto que vuelve a dar vida y de él brotará algo nuevo. Curar las propias
heridas, aprender a ser bálsamo para las heridas de las otras, mediadoras y
cauces de sanación, constructoras de nuevas Vidas.
ACUERPAR. Mi
cuerpo es hueco para otras y otras tienen un hueco para mí. Pasar por el cuerpo
lo vivido, conectar con la naturaleza, aprender y observar como nuestro cuerpo
habla. Disfrutar de una mirada, de una “presencia” y una ternura que invade
todo nuestro ser.
ESPERANZAR.
Animar, alentar, empujar, crear lugares, “espacios seguros” donde se pueda
vivir en paz, se pueda ser feliz, se pueda vivir con dignidad. Nada ni nadie
podrá quitarnos la esperanza.
Porque hay razones para la esperanza,
sendas de fraternidad y justicia. Hay que convertirse al diálogo evangélico,
que no impone sino que propone, que invita a compartir el agua de la Vida y
alienta a la mesa común. Lo que importa no es a quien das de comer sino con
quien comes.
CELEBRAR la
Vida acompañando procesos de cuidado, encuentros, eucaristías subversivas donde
todo sea igualdad. Celebrar el amor incondicional, el perdón como proceso y la
alegría de un abrazo.
PERMANECER.
Ser fiel, estar. En medio de los acontecimientos más difíciles de nuestra
historia y de nuestro mundo surge la Vida, se abre paso la ternura.
Gracias por esta oportunidad única,
por el cuidado, el respeto y la alegría.
Gracias por la PRESENCIA serena y
consciente.
Esta Yada 2025 nos vincula y anima.
Ha sido presencia de Dios padre/madre todo amoroso." (Carmen)