jueves, 24 de agosto de 2023

EXPERIENCIAS CIRCULO DE ESPIRITUALIDAD YADA 2023 ( Berriz) : Elena Olartua Gònzalez


GRACIAS!

Lo primero que me sale después de haber vuelto de Bérriz es dar GRACIAS, INFINITAS GRACIAS!. Gracias a la red Miriam por ser precisamente eso, RED que teje y entreteje misteriosamente. Gracias al equipo que con tanto cariño, tiempo, cuidado, trabajo y generosidad ha hecho posible y nos ha regalado una experiencia increíble!.

Cuando me apunté no sabía ni lo que significaba “Yadá” pero me encanta descubrir cómo Dios se las ingenia para regalarte en cada momento justo lo que necesitas, y sobre todo, para sorprenderte y romper tus esquemas. Y a mi me ha sorprendido con una vivencia transformadora y resucitadora de la mano de un grupo de mujeres increíbles, mujeres que han sido Luz, cuidado, alegría para el corazón, inspiración y honda sabiduría, ternura encarnada, resiliencia, silencio que sostiene, sororidad, abrazo sanador, impulso, vida y muchas risas!.

Me ha encantado el enfoque y las propuestas para poder ir haciendo nuestra propia experiencia, con sugerentes textos, oraciones y menús variados (ya les gustaría a muchos restaurantes 3 estrellas Michelín ofrecer tanta calidad!) para elegir lo que en cada momento más te ayudaba a ir haciendo la experiencia. Y me han chiflado las imágenes que nos iluminaban e inspiraban cada día, una preciosidad!.

El primer día nos invitaron a releer la vida a la luz de la Palabra y de la consciencia corporal. Y para mi uno de los mayores regalos de esta experiencia ha sido descubrir el acuerpamiento, cómo mi cuerpo, siente y fluyen por él tantas emociones, algunas a flor de piel, otras enterradas, de la mano del contacto con la naturaleza. Una naturaleza que se nos ha regalado en todo su explendor y que a lo largo de los días se ha ido haciendo una con nuestros cuerpos (aunque tengo que reconocer que cuando el primer día me vi abrazada a una palmera que pinchaba me sentí muy rara pero ahí ya emepzó a surgir una de las palabras de este Yadá: “permanecer”, aún en la incertidumbre, justo ahí).

Otra de las cosas que me ha encantado de esta experiencia ha sido redescubrir Bérriz. Cuando algo te es muy conocido y familiar (Conozco Bérriz y a las Misioneras Mercedarias de Bérriz desde hace más de 25 años) corres el riesgo de creer ingenuamente que ya lo “sabes todo” de ese lugar, y nada más lejos de la realidad!: Nunca me había tumbado en la hierba a contemplar las estrellas a la noche, nunca me había abrazado allí a un árbol, nunca había estado celebrando una cena de mujeres al aire libre, nunca había aullado y bailado como lo hemos hecho en la capilla en la que tantas veces había estado… vamos, un “no parar” de experiencias nuevas. Y precisamente ha sido allí, donde un convento de clausura se transformó en un Instituto Misionero que en 1926 llegó a China en barco, donde he sentido renovado el carisma liberador de la Madre Margarita, “libres para liberar” y la palabra “permanecer”que tanto le gustaba. “Permanecer soltando” sería un buen título para este Yadá.

Acabo que podría estar escribiendo horas… Pero todo lo vivido de la mano de la Ruaj, de la comunidad que hemos formado estos días, y de todas las mujeres que hemos conocido y que han sido todo un Regalazo como Madeleine, Rupi Kaur, Madre Margarita, Exeria, Ruth, Noemí, Etty, beguinas, beatas, Dorothy, Skobtosova, Hadewich … no es algo que se queda en una mera experiencia de verano, un bonito recuerdo, sino que adquiere todo su sentido cuando se convierte en motor y fuerza de Vida, de amor social y político (cómo veíamos uno de los días) para salir al encuentro de tantas personas, tantas mujeres y niñas que viven situaciones de precariedad, explotación, abuso sexual, maltrato, violencia, lesbofobia y transfobia, invisibilidad, soledad y empobrecimiento para encarnar ese amor en lucha, denuncia profética, reivindicación y testimonio, pero siempre juntas.

Me quedo con la frase de nuestro diploma: “Eres una sola persona, pero cuando te mueves, una comunidad entera de mujeres camina contigo” (Rupi Kaur).

Y como las lobas, en manada, auyamos, que otro mundo es posible! “Auuuuuuuuuuuuuuu!!!!”

miércoles, 23 de agosto de 2023

EXPERIENCIAS CIRCULO DE ESPIRITUALIDAD YADA 23 ( Berriz): Laura Gregorio González

 Mi experiencia en Yadá 2023: Laura  Gregorio González 

 

Me hablaron en la Revuelta de mujeres de esta semana de retiro espiritual de mujeres, sin explicarme demasiado, la verdad. Conociendo a quienes me lo recomendaban, sabía que no podría defraudarme, y me apunté, sin saber siquiera qué significaba eso de “Yadá”. Mis hijos me “reñían” diciéndome que cómo me apuntaba a algo que sin saber exactamente qué era, y bromeaban diciéndome que a ver si acababa en el retiro de una secta.

La verdad es que la experiencia no ha podido ser mejor: vuelvo renovada a casa, y con ganas de repetir el año que viene, si puede ser.

Han sido días intensos de aprender, reflexionar y orar, de compartir con otras 21 mujeres la fe, la vida, las heridas de cada una y la forma de cicatrizarlas. Días de aprender nuevos modos de orar, de descubrir qué es acuerpar lo vivido, pasando por nuestro cuerpo las experiencias, oraciones y reflexiones de cada día. Y días para concluir, en fin, que toda nuestra fe tiene al final que ponerse a trabajar por los demás para que tenga sentido.

Hemos disfrutado de unas ponentes excepcionales, que tanto a nivel de conocimientos, como a nivel vivencial, nos han trasmitido muchas inquietudes, mucha vida, dándonos pistas para pensar, orar y para que ahora, a la vuelta a casa, podamos actuar. Y, además, descubriéndonos genealogías de mujeres (poco conocidas para la mayoría de nosotras) que nos ayudan a vivir la fe y trasladarla a la vida, al compromiso con los más necesitados, al “amor hasta el extremo”. Mujeres luchadoras, a veces borradas o poco destacadas en la historia de la Iglesia, poco conocidas a pesar de su grandeza, como tantas … ¡¡Ay, qué necesaria es la Revuelta de mujeres en la Iglesia!!

Además de todo eso, estos días he conocido a muchas mujeres de toda España con las que tejer redes, círculos de sororidad y apoyo, de las que he aprendido lo indecible, con las que me he reído muchísimo, y con las que he disfrutado cada rato.

Días aprovechados al máximo en un lugar privilegiado, en el Convento de las Misioneras Mercedarias de Bérriz (ojo con la Madre Margarita López de Maturana, y todo lo que aprendimos sobre ella en el Museo que hay en el propio Convento, otra mujer luchadora), que es un sitio precioso, en mitad de los campos de Vizcaya.

Decir que ha sido una gran experiencia se me queda corto. Ha sido una vivencia que me ha removido y conmovido, una oportunidad y un privilegio, que creo que he aprovechado bien, aunque la aplicación práctica de lo vivido se tiene que empezar a demostrar ahora, al volver a casa y durante este curso que empezaremos en breve.

Gracias a la Red Miriam por organizarlo, a las horas de trabajo que se han invertido para su preparación, y a lo vivido con todas las que habéis participado y compartido lo que sois, porque os llevo a todas en el corazón, de verdad.


Laura De Gregorio González