Los principales personajes del libro son: Inés Pereyra, Ernesto, su marido y Lali, la hija de ambos. Con ellos la autora, además de encender en las personas que la leen un interés por saber el desenlace de lo que va ocurriendo, de forma intencionada o no, también va pintando el retrato de una familia perfecta, como cree Inés que es la suya.
Toda la narración está escrita en primera persona (salvo los capítulos en los que aparece Lali, en que incluso el lenguaje y el tipo de escrito es absolutamente diferente del resto). Es la propia Inés la que nos explica cómo es, cómo piensa, qué desea, qué hace… En sus palabras descubrimos a una mujer manipuladora que se queda embarazada para obligar a Ernesto a casarse con ella y desde el principio de su matrimonio es la que le organiza la vida, se la ordena,… Está decidida a hacer lo que sea para salvar la apariencia de ser una familia feliz, hasta el punto que intenta minimizar la infidelidad e incluso, al principio, la justifica.
Se ocupa muy poco de su hija y ésta tampoco tiene ningún deseo de mantener una buena relación con sus padres, sobre todo con su madre. Oculta a sus progenitores el hecho de que está embarazada y pone en evidencia la falta de información que tiene sobre ese asunto, el abandono del novio y la decisión que debe tomar de cara al futuro.
Más allá de la historia propiamente dicha, el libro dibuja también la vida de muchas mujeres de la clase media alta, en general, pero particularmente de la sociedad argentina. Se puede comprobar por la descripción estereotipada de ciertos lugares y costumbres de las mujeres y familias de dicha clase social. La mujer, para responder a la exigencia de pertenencia a este tipo de familias burguesas, debe casarse con un hombre que la satisfaga de todo lo material y que además le confiera una identidad propia en el mundo: a Inés le gusta que la llamen mujer de Ernesto. La vida de Inés es la de todas las mujeres de su clase, ocuparse de la casa y de atender al marido. Lo importante no es la felicidad sino la imagen de ésta que el matrimonio da de puertas afuera.
El machismo está presente tanto en lo que se refiere a la madre de Inés (el marido la abandona, pero ella se hace llamar “viuda de Lamas”) como en la madre de Iván, el novio de Lali, que le dice a ésta cuando hablan por teléfono “…el error fue tuyo, ¿estamos de acuerdo, no?” y le pide que lo deje en paz a él y a su familia.
En definitiva, creo que es una novela recomendable que me ha hecho pasar un buen rato y ha despertado en mí las ganas de leer y conocer más a esta autora.
Maria Rivero Galindo
