sábado, 28 de marzo de 2020

Comentario al Evangelio.29 de Marzo. Jn 11,1-45

Correr losas y desatar vendas: Rescatar la vida (Jn 11,1-45)

Betania es el lugar bíblico de la amistad por excelencia y por tanto lugar de afecto, confianza y de cuidado. Jesús ama entrañablemente a sus amigos y amigas hasta el punto de llorar la pérdida de Lázaro. El amor no es una idea o una racionalización, sino una experiencia que afecta a la totalidad de la persona. Sin embargo, frecuentemente vivimos fragmentados, desconectando las ideas, de las emociones y las acciones. La espiritualidad cristiana es integradora, así lo contemplamos en Jesús en este texto. Un Jesús para el que llorar en público no es una amenaza que pueda poner en crisis su masculinidad, como imponen los mandatos de género, sino una expresión profundamente humana. También el comportamiento de Marta en este texto trasgrede los roles de género que asignan a las mujeres sumisión y acatamiento frente a los varones. Marta abandona el espacio doméstico saliendo al camino en busca de Jesús y haciendo una confesión de fe similar a la de Pedro, aunque mucho más invisibilizada en la iglesia precisamente por su condición femenina. El Evangelio es la Buena Noticia de la vida en abundancia. Más allá de los estrechos moldes socio-culturales donde se la oprime, más allá del sufrimiento y la injusticia creer en Jesús nos mueva rescatar vida allá donde está más amenazada. Allá donde aparentemente solo hay losas y vendas Jesús nos urge a correr las piedras y desatar.