Acompañar en la incertidumbre (Lola Arrieta y Elisa Estévez (Coords.). Narcea, Madrid, 2022.
El trabajo que desde hace años viene desarrollado el Equipo Ruaj. Acompañamiento y Servicios comunitarios, creado en el año 1997 por Marisa Moresco, Lola Arrieta y Concha Calleja, religiosas Vedrunas es de sobra conocido en numerosos ámbito sociales, educativos y eclesiales. Un trabajo riguroso, honesto y siempre a la escucha de las nuevas realidades y problemáticas susceptibles de ser reflexionadas críticamente y acompañadas espiritual y psicológicamente. Desde el año 2019 y como memoria viva y homenaje a Marisa Moresco, lamentablemente fallecida en el año 2018, el Equipo Ruah puso en marcha un nuevo proyecto: Los círculos de encuentro Marisa Moresco, cuyas ponencias son publicadas anualmente por la editorial Narcea.
Acompañar la incertidumbre, recoge las ponencias del III Círculo de Encuentro Marisa Moresco, organizado en marzo del 2021 con este mismo nombre. Su gran aportación es la de ofrecer reflexión crítica y pistas concretas para habitar y abrazar con lucidez y profundidad la incertidumbre como compañera de camino y hacernos más conscientes de nuestra vulnerabilidad y necesidad básica de cuidado comunitario e interdependencia. El libro es una puerta abierta para adentrarnos en la sabiduría de lo incierto desde el cultivo de una razón desvalida que sabe que la angustia y la desorientación no se contrasta con argumentos, sino con proximidad y vulnerabilidad asumida y compartida.
A lo largo de seis capítulos el libro nos sumerge en la aventura de reflexionar críticamente la incertidumbre a partir de un enfoque interdisciplinar: filosófico, psicológico-psiquiátrico, teológico-espiritual y sociológico. En el primero de ellos la filósofa Olga Belmonte de la mano de otros filósofos y filosofas contemporáneas nos ayuda a caer en la cuenta de que la búsqueda de seguridad vuelve insoportables elementos propios de la condición humana y del mundo como son la fragilidad, la finitud. la incertidumbre y la vulnerabilidad y que lo que nos humaniza no es la perfección ni la autosuficiencia, sino la capacidad de sobrellevar las pérdidas y los fracasos.
En consecuencia, la incertidumbre no nos saca del mundo, sino que nos sitúa ante una profunda verdad antropológica: el ser humanos es esencialmente herible. Este descubrimiento esencial nos adentra por los caminos de la razón desvalida, un conocimiento no racional, siempre atento a lo concreto que emerge en las situaciones de oscuridad o pérdida de control. La alternativa propuesta por la autora es la de ser casa los unos para los otros, volver al lugar originario que es la relacionalidad y la interdependencia y desde ahí hacer del mundo un hogar habitable para todos y todas que nos permita sobrellevar la incertidumbre propia de la vida.
En el segundo capítulo la psiquiatra Anabel González ofrece algunos aprendizajes imprescindibles para transitar con salud y equilibrio emocional la incertidumbre. Algunos de ellos son: intensificar la consciencia sobre los esquemas previos con que interpretamos la realidad y ensayase en la flexibilidad y la reformulación de las propias convicciones; conectar con las propias emociones y su huella en nuestro cuerpo, conocimiento de la historia pasada y su influencia en el presente aprendiendo a reconocer y superar las respuesta defensivas ante las situaciones amenazantes.
En el tercer capítulo el teólogo Fernando Rivas desarrolla la experiencia de Dios en el desierto como propia de la aventura vital de transitar la incertidumbre. Un Dios que se revela como presencia y ausencia y que permanece fiel en su cuidado y compañía, que no resuelve nada pero que nos sostiene en todo. El autor ofrece todo un itinerario que recorre el Antiguo y Nuevo Testamento pasando por los Padres del desierto incidiendo especialmente en la Vida de San Antonio, escrita por San Atanasio en el siglo IV.
Por su parte, en el capítulo quinto, Covadonga Oreja, del equipo Ruaj aborda la incertidumbre con un planteamiento muy sapiencial. A la luz de Fratelli Tutti y su propia experiencia en el compartir su vida entre personas refugiadas en África y con comunidades itinerantes plantea algunas claves fundamentales para el acompañamiento comunitario “ con todos y a tiempo”.
En el capítulo quinto, desde el Sur Global, Cristian Peralta, sj, hace un planteamiento sumamente interesante sobre los aprendizajes que podemos hacer de los empobrecidos y empobrecidas en sus estrategias y talantes ante la incertidumbre y las amenazas que atraviesan sus vidas. Tres de ellos resultan especialmente significativos: la sabiduría de sentirse interdependientes y que todo y todos estamos interrelacionados, la creatividad como respuesta y dinamismo vital ante lo improbable, y la fiesta como recurso y fuente de resiliencia y resistencia. Junto a ello y dese su propia experiencia propone tres claves sumamente interesantes: la escucha desarmada, la vinculación con Dios y con los demás, superando clichés prejuicios, y la apuesta incondicional por buscar y propiciar el encuentro desde la diversidad.
El libro termina con un capítulo a modo de síntesis en el que se plantea la incertidumbre como posibilidad de un nuevo nacimiento. Una travesía en la que vamos siendo conducidos por el Dios de lo incierto que nos lleva de su mano y en la que emergen mujeres y hombres testigos como llamas vacilantes, inciertas y frecuentemente débiles que sin embargo se convierten en luminarias imprescindibles en el camino.
Acompañar en la incertidumbre es en definitiva un libro que cuya lectura resulta indispensable para atravesar con lucidez y hondura los tiempos que vivimos.