Hace unos días nos ha dejado nuestra querida compañera mexicana y mujer excepcional Marisa Noriega, co-fundadora junto a su amiga entrañable, Andrea González, de la comunidad virtual "Tras las huellas de Sophia", entre otras muchas cosas. Tuvimos la suerte de celebrar y compartir con ella su vida, hace unos meses. Comparto el texto sobre la alegría que compuse para ella. Gracias, Marisa, por tanto.
La alegría es una de las formas de presencia de la divinidad
como flujo transformador y energizante en nosotras,
La alegría de estar juntas hoy,
de celebrar no solo la vida, que somos y tenemos,
sino la vida plena que aspiramos,
La alegría de la sororidad
y el compañerismo entre nosotras.
Una alegría que viene de atrás, que tiene ancestras , que
nos unen , nos preceden, nos reconcilian
Y nos habitan para seguir alumbrando
la transformación de la vida, con toda su intemperie,
en una fiesta popular sin primeras ni ultimas
La alegría, como dice la canción mexicana, de coincidir,
más allá de la raza, la clase,la edad, el lugar de nacimiento
La alegría insobornable,
abrazada siempre a la experiencia del sentido y del misterio
en el que somos nos movemos y existimos,
que no nos soluciona nada , pero nos sostiene método,
que es misterio, hogar y matria,
La alegría resiliente de saber que en la vida es mezcla,
risa y llanto, principio y fin , regeneración constante, perdida y ganancia,
Y por tanto confiadas hasta el extremo
que nada nadie podrá
quitarnos nuestra alegría
La alegría querida Marisa, de sentirnos convocadas
para agradecer tu vida generosa y multiplicada en tantos encuentros,
En tanto proyectos, en tantas rebeldías
En tantos abrazos y sabiduría compartida
La alegría de saber que seguimos y seguiremos haciendo camino
de sororidad juntas
Hasta que la igualdad, y la felicidad de las mujeres sean
costumbre