miércoles, 26 de febrero de 2020

Comentario al Evangelio.27 Febrero

Negarse a sí mismo y tomar la cruz (Lc 9,22-25) 

En una cultura donde se exalta el culto al yo las palabras de Jesús resultan enormemente contraculturales. Seguir a Jesús es una invitación al descentramiento y a relativizarnos a nosotros y a nostras mismas y nuestras necesidades como medida del mundo y ubicarnos en un proyecto más amplio que es el reino de Dios y su justicia.Esto no implica no amarse a uno mismo, sino que desde la propia libertad y amor es posible descubrir un bien mayor: la projimidad y la solidaridad humana, lo cual conlleva consecuencias. Por eso el valor de la vida no está en guardarla y pretender asegurarla de los riesgos del amor y su dinamismo descentrador, sino en compartirla. Negarse a sí mismo no es por tanto devaluar lo que somos ni los dones recibidos, sino ponerlos en común para la vida del mundo y esto genera conflicto y exige magnanimidad de corazón, como así lo fue en Jesús. ¿Qué significa para nosotros y nosotras hoy tomar la cruz en el seguimiento a Jesús?

Seguimos preparando la revuelta

Preparando motores para el 1 de Marzo, a las 12 , frente a la catedral ...Voces de mujeres  en todo le mundo por una iglesia inclusiva con las mujeres...Hasta que la igualdad se haga costumbre

lunes, 24 de febrero de 2020

Rueda de prensa: Revuelta de las mujeres en la iglesia

Comentario al Evangelio. 25 Febrero


Quien quiera ser el primero que se haga el servidor de todos
 (Mc 9, 30-37)

Aunque los discípulos estaban cerca de Jesús y eran testigos privilegiados de sus acciones, de sus gestos y de sus palabras no terminaban de entenderle. Su comprensión de la salvación no coincide con la de Jesús. El mesianismo de Jesús es un mesianismo liberado de todo ansia de poder. Es un mesianismo compasivo y kenótico, descalzado de toda prepotencia y triunfalismo. Su radical libertad frente al dinero, el poder y el prestigio desconcierta también a los suyos, que discuten por el camino entre ellos sobre quien será el más influente y el de mayor poder en el grupo constituido por Jesús. Pero Jesús lejos de montar en cólera o de manifestarles su decepción retoma con pedagogía su enseñanza, no a través de un discurso, ni de una “bronca”, sino con una paradoja llena de elocuencia y contracuturalidad: quien quiera ser el primero que se haga el último y el servidor de todos. La lógica de Dios es inversa a la lógica del sistema. Los últimos, los más pequeños y vulnerados son los preferidos de Dios.

Poniéndole rostro y cuerpo a la Revuelta de las mujeres en la Iglesia


hasta que la igualdad se haga costumbre...

Comentario al Evangelio.24 Febrero

Creo, pero ayuda mi poca fe  (Mc 9,14-29) 

Jesús es sensible al poder del mal en la vida de los inocentes y reacciona frente a ello. Así sucede en este texto en el que el sufrimiento padecido genera una impotencia y una desesperación difícil de mantener y pone a prueba la fe, como le había sucede al padre del muchacho enfermo. El encuentro con Jesús le hace consciente de su situación y de ahí su grito desesperado: Creo, pero ayuda a mi poca fe. 

También los discípulos participan de esta impotencia e increencia. Han intentado liberar al muchacho, pero no han podido porque lo hacían apoyados en sus propias fuerzas. Sin embargo, Jesús le sana, le coge de la mano y le ayuda a ponerse en pie. Le restituye e integra en la comunidad con su práctica compasiva ante la perplejidad de todos. 

Hay situaciones límites donde la impotencia se masca en toda su densidad que ponen en prueba la fe, la confianza en las personas y el hecho mismo de que los cambios sean posibles. Jesús nos ayuda caer en la cuenta que estas situaciones liminales son un reto para la fe y que sólo podemos mantenernos en ella de forma esperanzada y compasiva con ayuda de la oración y poniendo toda nuestra confianza no en nosotros y nosotras mismos, sino en Dios. 

domingo, 23 de febrero de 2020

Comentario al Evangelio.23 Febrero

La Buena Noticia del Perdón (Mt 5, 38-48)

El Evangelio es la Buena Noticia del perdón y la reconciliación con los enemigos. Pero esta Buena Noticia no es fruto de la voluntad, sino del trabajo del Espíritu en el corazón humano. El perdón requiere proceso y exige también reparación, para que no se repita y en ese sentido el perdón sólo lo pueden dar las víctimas. Por eso Jesús se pone en su lugar, para que no haya más víctimas de la violencia, del desamor ni de la injusticia humana. Desde ese lugar abre camino para que la reconciliación y el perdón sean posibles en el corazón humano y nuestro mundo y nos anima a transitarlos.¿Cómo significar desde nuestras comunidades cristianas la Buena Noticia del perdón y la reconciliación en nuestros ambientes, fracturados por las ideologías, la violencia, la xenofobia la competitividad y el sálvese quien pueda?.

Comentario Evangelio.23 Febrero


 Cuidado de la comunidad y ministerio petrino ( Mt 16,13-19) 

En la región pagana de Cesárea Jesús pregunta a sus discípulos que piensa la gente de Él y pasa a continuación a preguntárselo a ellos mismos. Es en este contexto donde Simón le reconoce como el Cristo, el Hijo de Dios. Jesús conmovido por su confesión de fe le da un nombre nuevo: Pedro y le reconoce como piedra de la iglesia. Pero la iglesia no es edificación humana, sino del Espíritu. Pedro no la sostiene, sino que Cristo mismo es su fundamento. El ministerio otorgado a Pedro es el del cuidado de la comunidad para que no olvide cuál es su centro y su misión: que la universalidad del amor solidario de Cristo alcance a toda la humanidad y la creación empezando por los últimos y últimas.

jueves, 20 de febrero de 2020

Comentario al Evangelio.23 Febrero

La Buena Noticia de perdón (Mt 5,38-48)

El Evangelio es la Buena Noticia del perdón y la reconciliación con los enemigos. Pero esta buena noticia no es fruto de la voluntad, sino del trabajo del Espíritu en el corazón humano. El perdón requiere proceso y exige también reparación, para que no se repita y en ese sentido el perdón sólo lo pueden dar las víctimas. Por eso Jesús se pone en su lugar, para que no haya más víctimas de la violencia, del desamor ni de la injusticia humana. Desde ese lugar abre camino para que la reconciliación y el perdón sean posibles en el corazón humano y nuestro mundo y nos anima a transitarlos. 
¿Cómo significar desde nuestras comunidades cristianas la Buena Noticia del perdón y la reconciliación en nuestros ambientes, fracturados por las ideologías, la violencia, la xenofobia la competitividad y el sálvese quien pueda?.

Comentario al Evangelio.21 febrero


 Paradojas evangélicas (Mc 8,34-9,1) 

El Evangelio no es light. Es una Buena Noticia de liberación pero tiene páginas incómodas que no podemos saltarnos y que exigen ser atravesadas en toda su densidad. Este texto remite a ello. Las paradojas y las oposiciones se concatenan en él. La paradoja es una figura de pensamiento y lenguaje que ofrece como contradictorias vivencias que en su fondo encierran una verdad más honda y tensional. Permite percibir aspectos de la realidad que no son evidentes, sugiere sin imponerse y expresa desbordamiento y desconcierto. La paradoja más radical del evangelio aparece precisamente en este texto: Quien quiera salvar su vida la perderá pero quien pierda su vida por el evangelio la salvará. Jesús cambia radicalmente el sentido de lo que es perder y ganar. Perder la vida es agotarla en uno mismo y los propios intereses negando la projimidad. Ganarla es descubrir que somos en relación y en interdependencia y que no podemos vivir al margen del sufrimiento y la injusticia que afecta a nuestros hermanos y hermanas más vulneradas ni ser cómplices con ellas. Negarnos a nosotros y nosotras mismas significa que la solidaridad y el amor tiene también costes que hay que asumir cuando lo que está en el bien común y el bien de los más vulnerados y vulneradas.

miércoles, 19 de febrero de 2020

Uniendo fuerzas y sororidad. La revuelta en Madrid y Alcemos la voz, en Barcelona

Un gusto compartir hoy en Barcelona con las compañeras de Alcemos la voz 
el proceso de la revuelta de mujeres en la Iglesia 

La Sophia de Jesús Ruah nos sostiene y alienta 

Comentarios al Evangelio. 20 Febrero


¿Quién decís que soy yo? (Mc 8,27-33)
También Jesús nos pregunta hoy a nosotros y nosotras:¿Quién decís que soy yo?. El modo de responder a ella no es una mera formulación teórica sino una forma de situarnos en la vida y ante los demás al modo de Jesús. Confesarle como Cristo significa narrar en gestos y palabras su buena Noticia de liberación en nuestros ambientes.Pero el mesianismo de Jesús no es triunfalista sino compasivo y kenótico y conlleva una dimensión conflictiva. A sus discípulos les cuesta entenderla y se resisten a ella. Para Jesús, negarla como hace Pedro, es edulcorar el seguimiento y tentar a Dios. Esta es quizá una de las principales paradojas del Evangelio, que es a la vez Bienaventuranza, Buena Noticia, pero también signo de contradicción. ¿Quién es para nosotros y nosotras Jesús hoy y qué aspectos de su mesianismo compasivo y kenótico se nos hacen más cuesta arriba en este momento de nuestra vida?.

Comentarios al Evangelio.19 Febrero


Como el ciego de Betsaida (Mc 8, 22-26

El ciego de Betsaida es icono bíblico muy sugerente para remitirnos a nuestras propias cegueras. Si en los textos anteriores Marcos nos presenta la torpeza de visión, las resistencias para reconocer la novedad de Jesús y la libertad del Evangelio frente a la ley y las seguridades externas, en este texto se nos presenta algo que puede parecer obvio pero que no lo es en absoluto. Recuperar la visión pasa por desear ver y no quedar instalados e instaladas en la ceguera, aunque sea de un modo victimista. Así le sucede al ciego de Betsaida, cuyo deseo de ver le lleva a pedirle a Jesús que le toque y a poner toda su confianza en Él. Es la postura contraria a los fariseos que en textos anteriores se nos dice que piden “señales extraordinarias”. 

Recuperar la visión pasa también por salir del mundo propio y situarnos en lugares y espacios que pueden ayudarnos a ampliar perspectiva y horizontes vitales con capacidad de hacernos reaccionar. Pero también el ciego de Betsaida nos recuerda algo que es fundamental: la importancia de los procesos. No se ve de repente, sino que las trasformaciones interiores y exteriores de las personas y de la realidad han de atravesar procesos, en los que inicialmente “no se ven más que sombras”. La nitidez pide siempre no cansarse de seguir avanzando hacia la luz.

martes, 18 de febrero de 2020

Comentario al Evangelio.18 Febrero

Dificultades para entender a Jesús (Mc 8, 14-21)

Los discípulos tampoco terminan de entender a Jesús. Les puede la desconfianza y el miedo a perder seguridades. La novedad del Evangelio les descoloca y por eso aun teniendo ojos no ven y teniendo oídos no oyen. Desde la cercanía y la confianza Jesús le cuestiona su cerrazón y su torpeza y les remite a la incondicionalidad del amor de Dios y su cuidado en sus propias experiencias vitales. 

El Evangelio conlleva siempre riesgo e intemperie. Creer es arriesgar y comprometerse. También en nuestras comunidades el miedo y la desconfianza puede impedir que nos abramos a la novedad y a la libertad del Evangelio. ¿Qué temores y desconfianzas necesitamos liberar y como ayudarnos para que así sea?.

domingo, 16 de febrero de 2020

Revuelta de las mujeres en la Iglesia...hasta que la igualdad se haga costumbre

 Preparadas como Red Miriam para movilizarnos en todos los lugares de España donde estamos para apoyar la Revuelta de las mujeres en la Iglesia.  

Comentarios al Evangelio.17 Febrero




Las señales del Reino (Mc 8,11-13) 

Los fariseos exigen pruebas extraordinarias a Jesús para aceptar su mensaje y reconocerle como Mesías. A Jesús le duele su cerrazón y desconfianza y decide marcharse a la otra orilla. Las señales del reino no son extraordinarias, sino que acontecen en lo cotidiano de la vida. Requieren una mirada abierta, con capacidad de dejarse sorprender e impactar ante los gestos de gratuidad, generosidad y belleza que nos rodean en medio de la sencillez de nuestras vidas y en el espesor de los acontecimientos. Una mirada que traspase la cáscara de la realidad y vaya más allá del juicio negativo y la desconfianza radical. Cómo comunidades cristianas ¿Cómo miramos la realidad y cuál es el fundamento de nuestra fe?

viernes, 14 de febrero de 2020

Hasta que la igualdad se haga costumbre enla iglesia

Únete a la revuelta de las mujeres en la iglesia el domingo 1 de Marzo
 a las 12 en C/ Bailen 10, 
frente a la catedral de la Almudena  

Comentario al Evangelio.14 Febrero


Anunciar que el Reino de Dios está cerca  (Lc 10, 1-9) 


El Evangelio requiere testigos, pero sólo podemos anunciar aquello que previamente hemos experimentado en la hondura del corazón. Por eso la misión del cristiano ha de caracterizarse por la humildad, la sencillez de vida y la libertad frente al poder o la apariencia. Anunciar el Evangelio no es ser pájaro de malos agüeros, sino detectar y señalar los signos de la presencia de Dios en el mundo, allí donde hay hombres y mujeres que buenean y humanizan la vida, allí donde el amor se hace presente.El reino de Dios está cerca y pide una mirada contemplativa y agradecida para detectar su presencia seminal en nuestros ambientes y en el corazón humano. Pero también es signo de contradicción y rechazo porque Dios respeta profundamente la libertad y nunca se impone, sino que se expone y arriesga a la acogida y a la responsabilidad humana.

jueves, 13 de febrero de 2020

Revuelta de las mujeres en la Iglesia....también en Sevilla

Sigue la pista a la revuelta..
.por el fin de las discriminación de las mujeres en la iglesia 
Hasta que la igualada se haga costumbre  

Comentario al Evangelio.Dìa 13


 Un encuentro en la frontera (Mc 7,24-30)

Las fronteras son una realidad que Jesús de Nazaret transita no para legitimarlas, sino para convertirla en lugares de reconciliación y encuentro. Así le sucedió en la región de Tiro con la mujer sirofenicia. El modo de que tiene esta mujer de acercarse a Jesús le descoloca por la transgresión que supone. La mujer actúa de un modo que desde el esquema religioso-cultural-androcéntrico judío es inadmisible y que le lleva a Jesús a creer y afirmar: “No he sido enviado más que a las ovejas perdidas de la casa de Israel”. Podríamos decir que en un primer momento Jesús no entiende la pretensión de esta mujer por eso la contesta tan duramente. Sin embargo, más allá de esta primera reacción espontánea, la realidad concreta de esta mujer le amplía su visión de la realidad. Su fuerza argumentativa, con toda su dignidad y también su sufrimiento y su modo de encararlo somete a crisis los marcos de comprensión de Jesús, y le cambia sus esquemas. Este texto representa la fisura con el exclusivismo de Israel. De ahí que todos los textos que siguen a continuación van a resaltar el nuevo orden instaurado por Jesús, que rompe con toda frontera y elitismo.

Presentaciòn del libro INVISIBLES, de Isabel Gomez Acebo


miércoles, 12 de febrero de 2020

Revuelta de las mujeres en la Iglesia...Sumate al grito global

Desde Madrid las mujeres cristianas  unidas al movimiento mundial  Voices of faith...
Súmate al grito global  

Comentario al Evangelio.12 Febrero



Pureza e impureza según Jesús (Mc 7, 14-23)


La Buena Noticia de liberación anunciada por Jesús entra en conflicto con quienes se sienten expertos en Dios, quienes convierten el amor y la ternura inclusiva de Dios en costumbre y precepto. Jesús denuncia con sus gestos y palabras la doctrina sobre lo que es puro e impuro a los ojos de los hombres porque contradice la misericordia del Abaa.

 Jesús abre una nueva vía de acceso a Dios que no está basada en los ritos externos sino en ese gran baluarte de lo humano que es el corazón de las personas, sede de la interioridad y lo más profundo de sí mismas. Por eso Jesús coloca lo puro y lo impuro más allá de las apariencias externas sino desde las motivaciones hondas de las personas.

martes, 11 de febrero de 2020

Presentaciòn en Madrid de " Mujeres, amigas de Jesús", de Carmen Sara Floriano

Un libro  infantil imprescindible para rescatar del olvido las genealogías femeninas del Evangelio y educar en igualdad .  Un libro para disfrutar y contribuir a la equidad de género

sábado, 8 de febrero de 2020

Comentario Evangelio. 9 Febrero

Luz y sal ( Mt 5,13-16)


Ser luz y ser sal más que una pretensión que depende de nuestra voluntad es consecuencia de vivir descentradamente, de modo que lo que esté en el centro de nuestra vida sea el sueño de Dios, su proyecto de fraternidad, plenitud e inclusión. De lo contario, puede convertirse en un acto de prepotencia y orgullo. La humildad es la verdad. Por eso somos invitadas e invitados a compartir la verdad que somos y los dones que tenemos al servicio de la fraternidad y la justicia y no a esconderlos debajo del celemín. La luz que cada persona portamos no es una propiedad particular sino un don al servicio del bien común. El sentido de la luz que somos y portamos no es otro que alumbrar. No hacerlo es cerrarnos al don y apropiárnoslo.

De igual modo sucede con la sal. Su sentido es mezclarse con otros alimentos. Al hacerlo pierde su visibilidad, pero no su sabor. Ser colaboradores y colaboradoras del Reino al modo de Jesús no es tanto buscar visibilidad, sino que lo que brille sea el Reino de Dios y su justicia, señalar la presencia viva del Espíritu de Jesús en nuestro mundo, aunque para ello nos tengamos que disolver como la sal en la masa del pan que, aunque no se ve se saborea, y se ofrece como alimento para el mundo.

viernes, 7 de febrero de 2020

Comentario al Evangelio.8 Febrero (Mc 6,30-34)



La lógica del compartir frente a la del guardar

Jesús es la compasión de Dios en acción. Por eso ante el hambre de pan y de sentido de una multitud hambrienta queda conmovido y responde con misericordia. Pero lo hace contando con la gente, no supliéndoles, sino implicándoles desde la dinámica del intercambio de dones y la circularidad de bienes. Es entonces cuando acontece el milagro de la multiplicación.

La lógica del Evangelio no es mercantilista sino del don y la gratuidad. El bien común ha de construirse y cuidarse entre todos y todas, desde la diversidad de dones y ministerios. Por eso desde esta lógica lo que no se da se pierde. Frente a la lógica del guardar, o el atesorar el evangelio, Jesús propone la lógica del compartir y la desmesura para que haya para todos y todas en abundancia.

jueves, 6 de febrero de 2020

Revuelta de la mujeres en la Iglesia...Hasta que la igualdad sea costumbre




Somos mujeres creyentes. Vivimos con pasión el seguimiento de Jesús de Nazaret en muchos grupos, parroquias, organizaciones, movimientos eclesiales y congregaciones. Estamos comprometidas con la causa de Jesús y luchamos por la renovación de la Iglesia y la transformación socia perspectiva de las mujeres.

Alzamos la voz y nos manifestamos porque vivimos una profunda discriminación en la Iglesia y ha llegado el momento de decir “¡Basta ya!”. Ni podemos ni queremos callarnos. Estamos cansadas de las incoherencias y autoritarismo que percibimos a diario, por eso:

Queremos denunciar las múltiples formas de injusticia e invisibilización que sufrimos en la Iglesia. La institución, con su estructura y organización, está quedando al margen de las conquistas sociales en igualdad y corresponsabilidad y está cometiendo un error. El clericalismo es causa de muchos males. Por ejemplo, la dolorosa violencia ejercida sobre mujeres, religiosas y laicas, además de otras formas de violencia lamentables.

Denunciamos la cobardía para abordar cambios en la organización de la Iglesia, frente a los signos de los tiempos que claman por sí mismos. Y la cerrazón ante la necesidad de un cambio imprescindible: el acceso al diaconado y al presbiterado femenino para atender a las comunidades cristianas. Denunciamos la desproporción entre el número de teólogas preparadas y los puestos que ocupan como docentes en las facultades de Teología y en otros puestos de responsabilidad.

La institución arrincona, desprecia y silencia a las mujeres que la sustentan; la hegemonía masculina se legitima y se perpetúa sin ninguna autocrítica.

Queremos hacer visible nuestro trabajo incansable y gratuito. Las mujeres somos mayoría aplastante en el voluntariado, en las celebraciones religiosas, en catequesis, en pastoral, en la acción social con las personas más empobrecidas, en los movimientos eclesiales, en la enseñanza, en la vida religiosa… Somos las manos y el corazón de la Iglesia, pero se nos niega la palabra, tener voz y voto, la toma de decisiones y el liderazgo en los ámbitos oportunos, como se ha puesto de manifiesto, una vez más, en el Sínodo de la Amazonía.

Hemos demostrado con creces que desarrollamos nuestro trabajo o voluntariado con creatividad y responsabilidad. Pero, habitualmente, solo se nos ofrecen tareas que aligeran el trabajo de los varones, manteniendo ellos la responsabilidad final. Hay una clara desproporción entre lo que damos a la Iglesia y lo que recibimos, porque la mentalidad patriarcal y feudal, junto a una teología caduca, justifican esa desproporción.

¿Qué sería de la Iglesia y de las iglesias si dejáramos de hacer todos estos trabajos, porque estamos cansadas de la invisibilidad y de la injusticia?

 Trabajamos en la Iglesia, porque es nuestra comunidad de referencia para vivir el Evangelio. Seguiremos trabajando en ella hasta para recuperar la comunidad de iguales que trajo Jesús.

 Trabajamos y trabajaremos por una iglesia sinodal que reconozca la plena ministerialidad de las mujeres. Hace años abrimos una brecha en el muro que nos impedía el acceso a los estudios de teología, no pararemos hasta que se reconozca y valore la riqueza de la teología feminista, como motor de cambio. No pararemos hasta que se elimine el lenguaje patriarcal y sexista en las homilías, textos litúrgicos y documentos; hasta que la moral sexual de la Iglesia se preñe de ternura y misericordia y deje de culpabilizar a las mujeres.

 Seguiremos trabajando con empeño para que la Iglesia dialogue con los movimientos de liberación de las mujeres y reconozca la diversidad de familias, identidades y orientación sexual.

 Trabajamos con ahínco para que la Iglesia denuncie el sistema económico neoliberal que impide que las personas tengamos unas condiciones de vida acordes con nuestra dignidad, porque este sistema expolia la tierra, fomenta la feminización de la pobreza y favorece la explotación laboral y sexual de las mujeres.

Trabajamos y trabajaremos para recuperar una Iglesia donde las mujeres seamos reconocidas como sujetos de pleno derecho, con voz y voto en todas partes y valoradas por nuestros talentos y carismas.

No estamos solas. Formamos parte de una red que crece cada día y se entrelaza con mujeres de las iglesias de Europa y del mundo que también han dicho “¡Basta ya!” y alzan su voz, hasta que la igualdad sea costumbre, como María 2.0 o el Movimiento internacional Voices of faith.

Y hemos recogido el testigo de la Buena Noticia que trajo Jesús. Transgredió las normas de una sociedad profundamente patriarcal y dialogó con las mujeres de tú a tú, tratándolas como iguales y discípulas. Nos han pasado el testigo María de Nazaret, María Magdalena, Marta y María, Juana de Cusa, Susana, la diaconisa Febe, Junia y muchas otras que a lo largo de la Historia han luchado y trabajado por nuestra dignidad y el reconocimiento de todos nuestros derechos. Muchas han pagado esta lucha con persecuciones y malos tratos, incluso con su vida. Tenemos presentes a Hildegarda de Bingen, Clara de Asís, Catalina de Siena, las Beguinas, Teresa de Jesús Mary Ward y Dorothy Stong, entre muchas otras que nos han abierto camino.

En el año 2000 celebramos el Jubileo de las Mujeres, manifestándonos ante la catedral de Madrid. Hoy, 20 años después, damos un paso más: nos hemos organizado para expresar nuestra Revuelta en la Iglesia, a través de la música, reflexión, silencio, oración, cantos, danza... Leeremos un manifiesto. Estaremos unidas a las compañeras que harán su gesto de denuncia y en muchos otros lugares del estado y del mundo.

Te animamos, os animamos, a que nos acompañéis el domingo 1 de marzo de 2020. Tendremos una concentración en Madrid, a las 12 de la mañana y que compartáis esta iniciativa con otras mujeres y colectivos, más allá del ámbito creyente, para que se solidaricen con esta causa. Si te gustaría estar presente, pero no puedes unirte el día 1, haz lo que esté en tu mano para que la Iglesia vuelva a ser una comunidad de iguales Y LA IGUALDAD SE HAGA COSTUMBRE.

CONVOCAMOS: Mujeres y Teología de Madrid, Red Miriam de Espiritualidad Ignaciana Femenina, Colectivo Agar, Asociación de Teólogas Españolas (ATE), Mujeres de: Alandar, Fe Adulta, MOCEOP, JEC, JOC, Profesionales Cristianas, Comunidad Kedate, LTBI Creyentes y muchos otros colectivos de mujeres de parroquias y comunidades cristianas.









Comentario Evangelio.6 Febrero (Mc 6,7-13)



Jesús nos llama y nos envía

También Jesús no envía hoy como comunidades cristianas a expulsar demonios, a sanar la vida y las relaciones allá donde el egoísmo, el poder, la violencia y la injusticia fractura lo humano y la creación. 

Es un envío desde la sencillez de nuestras vidas y la solidaridad con los vulnerados y vulneradas. Es un envío humilde, pues nuestra fortaleza es Jesús mismo y la confianza en que Él viene con nosotros y nosotras, urgiéndonos a salir de los caminos trillados para abrirnos a la novedad del Evangelio en las periferias sociales y existenciales de las que a veces preferimos huir. 

En este envío somos sanados y sanadas por el poder liberador del sacramento del encuentro y la projimidad humana, donde el rostro de Dios se nos revela con más nitidez y nos abraza como un misterio accesible en la cotidianidad de nuestra vida.

domingo, 2 de febrero de 2020

Comentarios del Evangelio.3 Febrero

(Mc 5, 1-20) 

¿Quién te mete en esto?

Jesús marcha a la otra orilla del lago, se adentra en la tierra de los gerasenos, en un mundo que no el suyo de procedencia y en un territorio en donde se va a encontrar con una legión de demonios, que representa la infrahumanidad. Jesús, no se queda en los lugares de sentido, bienestar, reconocimiento social, sino que se adentra en los infiernos humanos y sociales y acepta el desafío y la incomprensión inicial de sus moradores: “¿quién te mete en esto?”. Jesús se adentra en esto contextos y periferias humanas para sanar, para erguir dignidades, para generar vida y bendición. Su talante no es de queja ni de victimismo, sino de liberación y agradecimiento, pese a la violencia inicial del geraseno hacia él. ¿Qué infiernos humanos reclaman hoy la presencia y el testimonio cristiano y cómo ir aproximándonos al Dios que nos cita en ellos?.