Nos unimos al inicio del mes de Ramadán de nuestras hermanas y hermanos musulmanes con el compromiso y la esperanzas de poner fin a las fronteras políticas, económicas, legales, religiosas y acabar con la islamofobia y el racismo en el mundo
Una red de mujeres que nos sentimos convocadas por la vivencia de la espiritualidad ignaciana pensada y vivida con perspectiva de género y a la luz de nuevos paradigmas teológicos.