SI LAS MUJERES CALLAMOS GRITARÁN LAS PIEDRAS
Creyentes, feministas y luchadoras…
En tiempos de pandemia y crisis económica
que agudiza aún más la pobreza y la precariedad de las mujeres …
Este 20021 seguimos en Revuelta…
La Revuelta de las mujeres en la Iglesia,
Hasta que la igualdad, la justicia
y el cuidado de la casa común se hagan costumbre.
Somos trabajadoras de supermercados,
Profesoras, teólogas,
Somos ingenieras, informáticas
Médicas, enfermeras, auxiliares,
somos desempleadas precarias y trabajadoras sin remuneración
Somos LGTBIQ+
Somos hetero.
Somos laicas,
Somos monjas,
Somos católicas,
Y somos criticas
Poniendo la vida en el centro
en tiempos de pandemia y cada día.
Nos sentimos iglesia y alzamos la voz
Hace un año nos convocamos en muchos lugares del estado español y también del mundo para exigir cambios estructurales profundos en la iglesia que pongan fin a nuestra discriminación.
Aunque celebramos algunos nombramientos significativos de mujeres que desde el Vaticano se han hecho durante estos meses y los valoramos como un signo de esperanza, nos parecen claramente insuficientes.
Las mujeres constituimos la mitad de la iglesia y nuestra representación en los lugares de tomas de decisiones es prácticamente inexistente. Las reformas del papa Francisco y los cambios estructurales que anhelamos no serán posibles sin la movilización de los movimientos de base de lqlesia y en este sentido las mujeres de los movimientos feministas cristianos y las mujeres de las comunidades y parroquias somos un motor de cambio imprescindible.
Por eso este año nos movilizamos nuevamente para denunciar la profunda discriminación que vivimos las mujeres en la iglesia y decir “¡Basta ya!
Porque Si las mujeres callamos gritaran las piedras (Lc 19,40)
Soñamos con una iglesia de iguales, desde el evangelio, que sea espacio y casa común. Sabemos que las mujeres podemos aportar nuevas miradas, intuiciones, capacidad de discernimiento y liderazgo.
Trabajamos y seguiremos haciéndolo por una iglesia sinodal que reconozca la plena ministerialidad de las mujeres. Por ello exigimos cambios estructurales profundos desde la perspectiva de las mujeres, en sintonía con el Evangelio y la práctica de Jesús en reconocer dignidades y anteponer la vida a preceptos y legalidades excluyentes.
Queremos: Tener voz y voto
-Decidir, celebrar y predicar en una Iglesia igualitaria
-Queremos poner fin a la explotación y la violencia hacia las mujeres dentro y fuera de la Iglesia.
-Queremos que se reconozca y valore la teología feminista, como motor de cambio.
-Una Iglesia que lea la Biblia, la tradición y la actualidad con ojos de mujer y elimine el lenguaje patriarcal y sexista en las homilías, textos litúrgicos y documentos
-Queremos una iglesia que reconozca e incluya a las mujeres lesbianas, trans y bisexuales dentro de la iglesia y reconozca la diversidad de familias
-Queremos repensar la moral sexual desde la misericordia y la ternura
-Nuestra propuestas y reivindicaciones nacen de la pasión por Jesús y la utopía del Reino y por eso las hacemos en memoria suya y en el de las mujeres del Evangelio: María Magdalena, María de Nazaret, Juana de Cusa, Susana, María de Cleofás, Marta y tantas otras que con Jesús transgredieron el orden patriarcal e inauguraron la iglesia como comunidad de iguales.
Somos mujeres, somos iglesia,
Somos revuelta
Hasta que la igualdad, la justicia y el cuidado de la casa común se hagan costumbre
Si las mujeres callamos gritarán las piedras (Lc 19,28-40)