Marisa Moresco nuestra amiga y compañera vedruna nos ha dejado. Un accidente nos la ha arrebatado. La muerte la pilló en la carretera en uno de los tantos viajes que hacía acompañando personas y grupos por toda la geografía española. Nos queda el dolor de su inmensa pérdida, pero también su vida compartida y entregada en tantos procesos de crecimiento personal y cambios en los que fue partera ... Nos queda su entusiasmo y su alegría en que otro mundo y otra iglesia son posibles... Nos queda su empatìa y su confianza en las personas..Nos queda su pasión por Evangelio que como un perfume permanecerá para siempre entre nosotras
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