(Marcos 3,13-19)
Estar con Jesús y anunciar su liberación
Como a los doce Jesús no sigue llamando hoy a estar con él y anunciar su liberación. Lo hace desde la originalidad de nuestras propias biografías, desde nuestros dones y también precariedades. Acoger esta llamada nos abre a posibilidades insospechadas de transformaciones internas y externas, aunque al principio nos parezcan imperceptibles.
El seguimiento a Jesús es siempre un proceso inacabado sostenido en la confianza en Aquel que nos ha salido al encuentro y nos ha llamado por nuestro nombre. Pero Jesús nos llama y nos convoca en comunidad, en iglesia. Una comunidad que lo es para el servicio al mundo y no para protegerse de él y que tiene en su centro el Evangelio.
¿Qué centralidad ocupa el Evangelio en nuestras vidas y en las vidas de nuestras comunidades? ¿Cómo ayudarnos a encarnarlo en las situaciones concretas de nuestro cada día?