Nada ni nadie nos podrá quitar
nuestra alegría ( Juan 16,20-23ª)
El Evangelio es una Buena Noticia. Es esperanza y liberación para quienes anhelan la fraternidad y la utopía humana. Es compromiso contra la injusticia y la violencia que convierte a los seres humanos en mercancía y destruye la tierra como casa común. Por eso seguir a Jesús no es “pactar con lo que hay” sino arriesgar por amor en la utopía de la fraternidad humana y en una vida más digna y plena para toda la humanidad y la creación. Por eso el Evangelio no es cómodo, pero si fuente de una liberación y alegría profunda que nadie puede arrebatarnos.