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miércoles, 5 de abril de 2023

Comentario del Evangelio (9 de abril). Alumbrar la iglesia desde las mujeres (Juan 20,1-9)

Alumbrar la iglesia desde las mujeres
(Juan 20,1-9)


En lo relatos de la Resurrección de Jesús el protagonismo de Maria Magdalena y las mujeres es evidente. Sin embargo, su huella fue neutralizándose progresivamente en la historia del cristianismo en aras de la construcción cultural de la subordinación de las mujeres, lo cual “chirriaba” con el papel de liderazgo que tuvieron en el movimiento de Jesús.

Las mujeres que acompañaron a Jesús siguiéndole y sirviéndole con sus bienes, como recoge el texto de lucas 8,1 fueron también aquellas que aparecen acompañándole hasta la cruz (Mc 15,40-41), cuando la mayoría de los discípulos varones le abandonan. Muchas de ellas aparecen de nuevo en las narraciones del entierro, la tumba vacía y las apariciones. 

Su papel como testigos de las prácticas liberadoras de Jesús, incluyendo en sus propias vidas, las capacitó para mirar la realidad más allá de la apariencia y experimentar, como María Magdalena aquella primera mañana de Pascua, que la tortura, la complicidad del poder político y religioso, un juicio injusto y la condena a una muerte maldita como era la crucifixión no podían acabar con tanto amor y esperanza como la vida de Jesús había desplegado.

El Dios Abba, Todo misericordia y cuidado que Jesús les había revelado las empujó, más allá de toda lógica, a ponerse en marcha para ungir aquel cuerpo roto por amor y fidelidad a la Buena Noticia de Dios con los y las más insignificantes y excluidas

El Evangelio de este domingo narra esta experiencia desde el sobresalto de María Magdalena ante la tumba vacía y su anuncio, pero progresivamente va dando el protagonismo no a ella, sino al papel de los varones que lo confirman. 


Del mismo modo la iglesia ha ido reproduciendo y lo sigue haciendo, la invisibilidad y la subalternidad de las mujeres, pese a que es inimaginable hoy en el mundo una iglesia sin el papel activo de las mujeres en ella,

La Pascua de Jesús nos urge a hacerlo todo nuevo y con la ayuda de su Ruah a alumbrar una nueva iglesia construida sobre el cimiento de su cuerpo encarnado y resucitado también en los cuerpos rotos de las mujeres por la pobreza y la violencia patriarcal y donde nadie quede excluido por su condición, de género, clase, sexo, raza.

¿En qué medidas nuestras comunidades somos sensibles a los gritos y los anhelos más profundos de las mujeres que claman liberación, sanación, justicia?

¿Reconocemos hoy entre nosotros y nosotras a las nuevas Magdalenas, Marías, Juanas Salomes? ¿Qué buena noticia y a que cambios nos urgen para resucitar la iglesia?.



Pepa Torres Pérez

jueves, 10 de marzo de 2022

Comentario Evangelio Domingo 18 febrero: Lc 9, 28b-36

TRANSFIGURACION Y PROFECÍA

                                                                    Lc 9, 28b-36
                                                                            

El Evangelio de hoy es conocido tradicionalmente como la Trasfiguración de Jesús y nos resulta siempre difícil de comprender. No sabemos bien a que experiencia concreta remite, pero sí que acontece en el contexto de un encuentro en la intimidad con su Abba, en el que se experimenta transido de Dios y enraizado en la tradición profética de Israel. De ahí la referencia a Moisés y Elías. Una experiencia de filiación profundamente arraigada en un misterio de Amor que le desborda y le confirma en su misión profética con todas sus consecuencias.

Los discípulos que le acompañan son testigos de la afección de esta experiencia contemplativa en el propio Jesús, de su transformación interna y externa: su transfiguración. Quizás desde una compresión psicológica contemporánea podríamos definirla hoy esta experiencia vivida por Jesús como una experiencia cumbre que marcó su vida.

Pero la reacción de los discípulos y Jesús ante esta experiencia es bien distinta. Mientras Pedro, Juan y Santiago tienen la tentación de autocomplacerse en ella, instalarse en el bienestar consolador que les produce y evadirse de la realidad histórica: “Hagamos tres tiendas”. La reacción de Jesús es permanecer en silencio asumiendo la dimensión conflictiva de su misión, que ya empieza a vislumbrar y que acontecerá en Jerusalén, pues el reino que el Abba le va desvelando no tiene nada que ver con el poder político y religioso que representa el Templo.

Quizás este es el mayor aprendizaje que nos propone la lectura de este este texto: la autenticidad de la experiencia contemplativa en nuestra vida no es una cuestión de piedad, sino de profetismo y compromiso. La calidad de nuestra oración o nuestras experiencias de Dios no se miden por cuantas horas estamos en silencio sino por nuestra projimidad vivida hasta las últimas consecuencias.

El texto también nos dice que los discípulos vieron la gloria de Dios. Desde la tradición patrística que representa San Ireneo sabemos que la gloria de Dios es que los hombres y las mujeres vivan y lo hagan en abundancia, en plenitud de sentido, justicia y comunión. 

Por eso la verificación de la dimensión orante de nuestra vida nunca será la autocomplacencia, sino la entrega generosa y gratuita a empujar y cuidar la vida allá donde se nos revela más vulnerada y herida. Allá también seremos llamados y llamadas a vivir la experiencia de filiación que nos hace hijos e hijas en el Hijo y a todo ser humano nuestro hermano y hermana.

Pepa Torres Pèrez 

viernes, 12 de noviembre de 2021

Comentario al Evangelio del Domingo 14 de Noviembre ( Mc 13, 24-32)

 EL FUTURO ES AHORA, EL FUTURO ES HOY (Mc 13,24-32)

El evangelio de este domingo tiene profundas resonancias apolíticas. Está integrado en una secuencia que algunas y algunos exegetas denominan el “pequeño apocalipsis de Marcos”. El género apocalíptico se desarrolla en contexto de grandes crisis y dificultades y tiende a reflejar un fuerte dualismo: la lucha del bien contra el mal en contextos y tiempos límites en los que parece que la injusticia y la violencia están saliendo vencedoras y la vida es arrasada.

Desde un imaginario “catastrofista” el evangelio apunta a la esperanza y urge atención y responsabilidad con los signos más pequeños y cotidianos para señalar que el presente tiene futuro, porque Dios no abandona a la creación y la humanidad más herida, sino que esta incrustado en lo más profundo de ella como una potencia inédita que pide nuestra responsabilidad y atrevimiento, pero ¿qué puede decirnos este texto a los cristianos y cristianas de hoy?.

En estas últimas semanas estamos viviendo la COP 26 en Glasgow y las movilizaciones mundiales exigiendo justica climática frente a la situación de alerta roja que sufre la vida en el planeta. También estamos viviendo las consecuencias del colapso denunciado desde hace décadas por los y las ecologistas y sus consecuencias en la crisis de los abastecimientos de materias primas, a la vez que el covid y la pandemia del hambre y las guerras siguen haciendo estragos en los sures del planeta.

Estamos inmersas en pleno corazón del Antropoceno, o como otros prefieren llamar del Capitalozeno, es decir una nueva era en la que la humanidad se ha convertido en una fuerza geológica autodestructiva, bajo el prisma del capitalismo. El cambio climático, la pérdida de biodiversidad y el agotamiento de los recursos naturales nos abocan a una situación catastrófica, a la vez que el margen del que disponemos para acometer cambios estructurales que mitiguen el colapso es cada vez más corto.

En el año 2020 más de 82 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus países de origen como consecuencia de la violencia política y armamentística, y de los desastres ecológicos En España hay más de 30.00 personas solicitantes de asilo a la espera de encontrar una alternativa a la pesadilla que a día de hoy son sus vidas. En esta realidad apocalíptica somos urgidas y urgidos no a la esperanza ingenua, sino a la esperanza comprometida, a estar atentas y atentos a los pequeños signos que en medio de los escombros de esta civilización señalan que hay otras formas de vida y estilos de relación y organización de lo común, más allá del individualismo y de la escisión con la naturaleza y su explotación. Personas y colectivos que nos recuerda que es posible tener vidas que merecen la alegría y la esperanza de ser vividas, vidas que inauguran una nueva era, un tiempo emergente que hay que forzar, al modo de Jesús de Nazaret, poniendo en el centro el cuidado
, empezando por la humanidad y la creación más vulnerada.

“Cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas, decid que el verano esta acerca, pues cuando veáis vosotros suceder esto, sabed que Él está cerca, a la puerta”. Es tiempo de metanoias profundas desde lo más íntimos y personal a lo más estructural. Es tiempo como dice el papa Francisco de “un cambio de rumbo”. El futuro es ahora, el futuro es hoy.









 

domingo, 15 de agosto de 2021

15 de Agosto : Asunción de María. Comentario al Evangelio: Lc 1, 39-56


El evangelio de la liturgia de este día es la Visitación y el Magníficat. María se abre a la Buena Noticia de Dios en su vida. De la perplejidad y el temor pasa a la disponibilidad y la confianza. María es a la vez que la madre y educadora de Jesús, su discípula. Con Él conoce el misterio del reino y se adentra en su realización histórica, lo cual hace de ella una mujer siempre en camino, solidaria y en permanente desinstalación. María es la mujer del fiat, pero su sí, no fue un sí neutro ni ingenuo, sino que conllevó muchos noes. El Magnificat no es un canto de sumisión sino de esperanza y rebeldía comprometida por otro mundo posible. María en su pequeñez se hace disponible a la acción del Espíritu para dar a luz a Dios en el mundo. Su prima Isabel, la madre del profeta Juan Bautista es testigo y cómplice con ella de esta esperanza. A ambas la fe las ha hecho fecundas. En la fiesta de la Asunción la iglesia reconoce a María como la primera creyente, madre y discípula incondicional de su Hijo y por eso a su lado para siempre en la plenitud del Reino.

sábado, 26 de diciembre de 2020

Comentario Evangelio: 26 de diciembre

 Como ovejas en medio de lobos   (Mt 10, 17-22)


La ternura del Dios hecho Niño que celebramos en Navidad contrasta con la violencia y la injusticia estructural naturalizada con la que convivimos. Pero también son muchas las personas y grupos en el planeta comprometidas con la búsqueda de alternativas para hacer la vida más sostenible y justa. Personas y grupos que intentan humanizar la vida y “buenearla” desde estilos de vida sencillos, no violentos, apostando por el valor de lo comunitario frente al individualismo o la desagregación que se nos impone. Son minorías persistentes, con el espíritu de Jesús que nos siguen recordando hoy que vivir de este modo es hacerlo como ovejas entre lobos y que es posible hacerlo porque Él nos sostiene y ofrece su aliento y vigor para permanecer fieles a su utopía hasta el fin.

jueves, 17 de diciembre de 2020

Comentario Evangelio: 17 de Diciembre 2020


L
a genealogía de Jesús (Mt 1,1-17)


Mateo inicia su Evangelio con la genealogía de Jesús, reconociéndole como hijo de David y por tanto como respuesta de Dios a las expectativas del pueblo y como hijo de Abrahán. Es decir, como fuente de bendición para la humanidad entera. 14 generaciones preceden a Jesús en tres periodos de tiempo: de Abraham hasta David, de David hasta la deportación a Babilonia, y de ésta hasta su nacimiento. La simbólica de los números resulta fundamental en el texto pues tres es el número de la divinidad, catorce, es el doble de 7 y 7 es el número de la perfección. De este modo se significa que el nacimiento de Cristo, representa la plenitud de los tiempos. Por otro lado, llama la atención que aparezcan mujeres en la genealogía de Jesús, pues en las sociedades patriarcales están eran invisibles. Junto a María, aparecen Tamar, Rajab, Ruth y la mujer de Urías, todas ellas de origen extranjero, desacreditadas socialmente y que concibieron a sus hijos fuera de los patrones establecidos. A través de ellas se realiza la Promesa de Dios. Así desde el inicio de este Evangelio Jesús se nos presenta como la misericordia entrañable de Dios, que es Amor y liberación, se encarna en el revés de la historia atravesando las condiciones más inhóspitas.

domingo, 13 de diciembre de 2020

Comentario Evangelio: Tercer Domingo de Adviento. 13 de diciembre

                Dar testimonio de la luz  (Jn 1,6-8.19-28) 



Como Juan Bautista somos invitados e invitadas a dar testimonio de la luz en nuestros ambientes. Esa luz que se nos regala cuando nos abrimos a la palabra encarnada de Dios en la historia. Una luz que no es propiedad particular de nadie, sino que su energía y calor se nos va haciendo más nítida desde la experiencia comunitaria y el compartir los deseos, las preguntas incómodas que nos provoca y al dejarnos transformar por ella. El Evangelio es luz que pide ser interpretado y discernido en diálogo con los signos de los tiempos, por eso siempre tiene que ver con nuestras existencias concretas y con los acontecimientos de la realidad donde están en juego la dignidad y la liberación de las personas y la casa común. En Jesús la Palabra se ha hecho carne. Creer en Él es practicarle desde nuestra propia vulnerabilidad asumida y ser testigos incansables de su Luz, hasta que sea acogida para siempre en el espesor de los conflictos humanos y las noches del mundo.

viernes, 11 de diciembre de 2020

Comentario al Evangelio: Mt 11,16-19

La sabiduría se acredita por las obras  (Mt 11, 16-19) 

Jesús queda afectado por la resistencia al rechazo de la novedad del Reino y sus valores. Pero se mantiene terco en su anuncio, a la vez que denuncia la cerrazón de las conciencias y desenmascara los pretextos y excusas con que se justifica. El Evangelio remite siempre a la vida, a lo concreto y cotidiano porque su sabiduría no es gnóstica, sino encarnada. No se acredita con teorías ni discursos, ni siquiera con intenciones, sino con los hechos, con la honestidad con lo real, con la fidelidad a lo concreto y al milagro de la vida que resiste y alienta desde lo más vulnerable. Cómo comunidades cristianas ¿cuáles son nuestra excusas más habituales y resistencias para acoger esta lógica desconcertante del Reino?.

martes, 1 de diciembre de 2020

Comentario Evangelio : 1 de Diciembre


         La alegría y la esperanza de Jesús (Lc 10,21-24) 

El Evangelio escandaliza y es visto con sospecha para quienes viven en la cultura de la satisfacción y la autocomplacencia, Sin embargo es motivo de esperanza y alegría para los y las humildes, para aquellos y aquellas cuyas expectativas no están colmadas con lo que hay, porque en ese orden establecido sus vidas quedan al margen. Desde los ojos del poder político, económico y cultural el Evangelio resulta una ingenuidad a la vez que una amenaza, pues sitúa como primeros a los últimos y últimas. La alegría profunda de Jesús no se basa en el reconocimiento, el éxito o la plausibilidad social sino en la esperanza de los pobres y humildes a quienes los secretos del reino le son revelados.

domingo, 8 de noviembre de 2020

Comentario al Evangelio: 8 de Noviembre

“Vigilad, pues no sabéis el día ni la hora” (Mt 25,1-13) 

El Evangelio es una llamada de atención a nuestra sensibilidad, a vivir con la consciencia despierta para reconocer el paso de Dios por la vida. Como las vírgenes prudentes nuestros candiles han de estar encendidos para descubrir su presencia en el espesor de lo real. La vida no se improvisa. Por  eso hemos de cuidar los hábitos del corazón para que nuestra sensibilidad no esté embotada y no se quede prisionera en la superficialidad de  los agobios cotidianos. Dios en su encarnación nos sale siempre al encuentro para abrazarnos con su consuelo y su misericordia pero requiere la apertura, y la  profundidad de nuestro ser y el cuidado de la esperanza activa.

lunes, 2 de noviembre de 2020

Comentario al Evangelio:2 de Noviembre

En las manos de Dios en y la fidelidad de quienes nos han precedido  ( Jn 14,1-6)

En el día de los Difuntos recordamos a los seres queridos que ya no están físicamente entre nosotros y nosotras, pero cuyas vidas siguen unidas a las nuestras, fortaleciéndonos y acompañándonos. Como las mujeres que acudieron con perfúmenes al sepulcro de Jesús y descubrieron que Él ya no estaba allí, también nosotras y nosotros experimentamos su presencia viva en nuestro corazón y en lo profundo de la historia. Nuestros difuntos y difuntas nos ayudan a sentirnos parte de esta larga cadena humana de amor, de lucha por la vida, de dones y saberes compartido, de gratuidades y resistencias por las que hoy somos quienes somos y podemos reconocer agradecidos y agradecidas que la humanidad no está perdida, sino que esta sostenida en las manos de Dios y en el esfuerzo y la fidelidad de quienes nos han precedido.

sábado, 31 de octubre de 2020

Comentario al Evangelio 31 de octubre : El último lugar

El último lugar (Lc 14, 1.7-11) 

Frente a la cultura del aparentar y el trepar para conseguir los primeros puestos Jesús propone el servicio y la solidaridad desde abajo, revelando así un Dios todo compasivo, cuya entraña es humildad y descentramiento amoroso. Jesús ocupa el último lugar para que no haya más últimos, inaugurando de este modo la circularidad del Reino desde la igualdad y la diversidad que nos constituye como seres humanos creados a imagen y semejanza del Amor. Por eso como comunidades cristianas nuestro compromiso con el Amor lo es contra toda forma de dominación, explotación, abuso de poder o discriminación por motivos de status, sexo, raza, religión, etc. La preferencia de Jesús por los últimos y últimas nos moviliza en la denuncia de toda forma de racismo, sexismo, o clasismo.

domingo, 11 de octubre de 2020

Comentario Evangelio : 11 de Octubre

Salir a las calles para invitar al banquete de la vida (Mt 22, 1-14) 

En el Evangelio los banquetes y las comidas en común son una referencia habitual. Son signo de confraternización, pero también de escándalo, por el tipo de gente con quienes come Jesús y lo que acontece en ellas. Jesús en esta parábola identifica el reino con un banquete de bodas en donde el anfitrión ha preparado todo con mucho esmero y sin embargo, los invitados desprecian porque están demasiado ocupados y ensimismados en sus propios asuntos. La dureza y la violencia de su corazón les hace indignos y es por eso que el anfitrión, insistente en la oferta de la fiesta, encarga a sus siervos que salgan a los caminos e inviten a quienes se encuentren por los caminos. La única condición es el traje de fiesta, es decir, cuidar las actitudes del corazón: el agradecimiento y la alegría ante tal invitación.

miércoles, 7 de octubre de 2020

Comentario Evangelio 7 de Octubre

Señor, enséñanos a orar (Lc 11, 1-4) 

Como los discípulos también hoy nosotros y nosotras tenemos necesidad de relacionarnos con Dios al modo de Jesús, de orar como Él hacía. El Padrenuestro es la escuela de oración que el Evangelio nos ofrece. No es un rezo sino una actitud de corazón que nos hace situarnos en las manos de Dios abandonándonos en su confianza y comprometiéndonos con Él en el trabajo por el Reino en nuestros ambientes. Dios es Abaa, todo cuidado y misericordia. Experimentarlo de este modo nos hace conscientes que no somos hijos e hijas únicas, sino que la experiencia de filiación va unida a la de la fraternidad y por eso sólo podemos dirigirnos a Él como nuestro. Santificar su nombre es por tanto hacer su voluntad, comprometiéndonos con Él en el trabajo por el reino para que el pan de la vida llegue a todos y todas sin exclusión y la reconciliación se instaure en cada corazón humano y en toda la creación.     

sábado, 19 de septiembre de 2020

Comentario al Evangelio : Domingo 20 de Septiembre

El Dios de las mil y una oportunidades  (Mt 20,1-16) 

La justicia de Dios rompe todos los esquemas porque en ella los últimos son siempre los primeros. Por eso esta parábola continúa escandalizándonos hoy como lo hizo a sus contemporáneos. Jesús se inspira en una imagen cotidiana como es la de los jornaleros que están en la plaza buscando trabajo. El buen “patrón” sale a distintas horas a ofrecérselo para que todos puedan tener las mismas oportunidades y acuerda el mismo pago sin tener en cuenta la hora a la que empezaron su jornada. Los trabajadores de primera hora no entienden que el pago sea para todos igual y trate a los últimos como a ellos. También a nosotros y a nosotras nos cuesta entender la bondad de Dios que no va de merecimientos si no de pura gratuidad y misericordia.

domingo, 13 de septiembre de 2020

Comentario Evangelio.14 de Septiembre

Dios no envió a su Hijo para juzgar el mundo sino a salvarlo (Jn 3, 13-17) 

Jesús es la revelación más plena de Dios. En su encarnación se hace caricia y abrazo para la humanidad toda empezando por los últimos y últimas. En Él se nos da a conocer como el Dios que desciende y asume la condición humana para salvarla. Su amor no se detiene ante el rechazo o el desprecio, sino que su fidelidad permanece como oferta siempre abierta de liberación y misericordia. Jesús no es el juicio de Dios, sino su salvación. Son nuestras acciones y en definitiva el ejercicio de nuestra libertad y nuestras elecciones las que nos juzgan. Quien vive en el amor y se abre al misterio de la reconciliación al modo de Jesús participa de su plenitud para siempre.