¿Quién te mete en esto?
Jesús marcha a la otra orilla del lago, se adentra en la tierra de los gerasenos, en un mundo que no el suyo de procedencia y en un territorio en donde se va a encontrar con una legión de demonios, que representa la infrahumanidad. Jesús, no se queda en los lugares de sentido, bienestar, reconocimiento social, sino que se adentra en los infiernos humanos y sociales y acepta el desafío y la incomprensión inicial de sus moradores: “¿quién te mete en esto?”. Jesús se adentra en esto contextos y periferias humanas para sanar, para erguir dignidades, para generar vida y bendición. Su talante no es de queja ni de victimismo, sino de liberación y agradecimiento, pese a la violencia inicial del geraseno hacia él. ¿Qué infiernos humanos reclaman hoy la presencia y el testimonio cristiano y cómo ir aproximándonos al Dios que nos cita en ellos?.
Jesús marcha a la otra orilla del lago, se adentra en la tierra de los gerasenos, en un mundo que no el suyo de procedencia y en un territorio en donde se va a encontrar con una legión de demonios, que representa la infrahumanidad. Jesús, no se queda en los lugares de sentido, bienestar, reconocimiento social, sino que se adentra en los infiernos humanos y sociales y acepta el desafío y la incomprensión inicial de sus moradores: “¿quién te mete en esto?”. Jesús se adentra en esto contextos y periferias humanas para sanar, para erguir dignidades, para generar vida y bendición. Su talante no es de queja ni de victimismo, sino de liberación y agradecimiento, pese a la violencia inicial del geraseno hacia él. ¿Qué infiernos humanos reclaman hoy la presencia y el testimonio cristiano y cómo ir aproximándonos al Dios que nos cita en ellos?.