Lo conocieron a partir del pan (Lc 24, 13-35)
La exégesis bíblica nos aporta hoy datos suficientes para identificar a los de Emaús no como dos hombres, sino como la pareja constituida por Cleofás y María, su mujer, que formó parte del grupo que acompañó a Jesús, hasta el final (Jn 19,25). Ambos caminan decepcionados tras su muerte e incrédulos ante la experiencia que proclamaron las mujeres que no todo había terminado en el sepulcro. Es el duelo, el fracaso de sus expectativas y la fijación en el pasado lo que les impide reconocer la presencia viva de Jesús caminado a su lado, en su presente. Lo que abre su sensibilidad y provoca un cambio de mirada es la fracción del pan, el gesto eucarístico. También hoy a nosotros y nosotras puede sucedernos lo mismo como comunidades cristianas. ¿Qué fracasos y decepciones nos bloquean la sensibilidad y la mirada para captar la presencia viva del Resucitado haciendo camino con nosotros y nosotras?. ¿En qué gestos de partir y compartir la vida se nos revela?.